20/5/07

La Libertad como excusa (III)

A la pregunta ¿Quién es Prisa?, Jesús Cacho nos responderá: "Prisa es Polanco y lo más granado del capitalismo español, fundamentalmente la gran banca. Prisa son los March, los Ybarra, los Botín, las Koplowitz, los Amusátegui, El Corte Inglés… (...) De modo que Prisa, más que un grupo empresarial, es, por encima de todo, el Sistema. El Sistema nacido de la transición y nucleado en torno a un eje compuesto por Polanco abajo, Felipe González en el Centro y Don Juan Carlos arriba. Un Sistema mucho más fuerte, más permanente, más duradero que una persona".

No todos los banqueros y empresarios están asociados a Prisa, pero "Socios o no socios, sin embargo, todos rinden la misma embelesada pleitesía a Polanco, el mismo respeto entreverado de temor, el mismo miedo". La "Pirámide de miedo" tejida por el felipismo obligaba a todos ellos a tomar precauciones y a "estar atentos a lo que dictamina el policía", el árbitro del Sistema, que no es otro que el grupo Prisa. Estar a bien con Prisa es estar a bien con ese Sistema. Quien desafía el poder de Prisa y lo que Prisa representa se coloca fuera del mismo y corre el riesgo de ir a dar con sus huesos en la cárcel, caso de Mario Conde, Roldán, Mariano Rubio o el propio Conde son las excrecencias que el Régimen exhibe de cuando en cuando como purgante".

Creadores de ideología

"Como negocio de comunicación que es, Prisa es responsable de la producción de ideología y las radios sin saber muy bien dónde se ha creado, y quién, por control remoto, las ha manipulado. De esa ideología se hacen eco incluso medios aparentemente enemigos de Prisa (caso del diario El Mundo y la cadena COPE), dispuestos a veces a sumarse a determinadas campañas y a voltear en sus medios historias, opiniones, comportamientos, pautas en definitiva, ideología, que, al final de la cadena, han producido pseudointelectuales como el citado Cebrián o Haro Tecglen o Javier Pradera. Esa capacidad para convertir en colectivas pautas de comportamiento y pensamiento privadas constituye, sin duda, el mayor éxito del Grupo Prisa", según nos relata Jesús Cacho.

Con la llegada al Poder del PP, Polanco envió mensajes a todos los ministerios relacionados con sus negocios. Ante las reticencias del PP, lanzará su primera campaña de ataques bien significativos contra Esperanza Aguirre, ministra de Educación, hasta que "Esperancita" aprendió la lección y dejó hacer a Polanco. El periodista Cacho apuntará muy certeramente que: "Jesús Polanco, jugando con la humana ambición de unos y la estulticia de otros, ha sabido abrirse paso por la quebrada de las dimensiones internas dentro del partido del Gobierno y del propio Ejecutivo. Naturalmente, ha seguido obteniendo ventajas de un hombre como Alberto Ruiz-Gallardón, dispuesto a jugar un juego tan desleal con su partido como con los electores del centroderecha que le mantienen en la Presidencia de la Comunidad. Gallardón vive entregado a Polanco a cambio de un trato favorable en los medios del Grupo (que, ciertamente, le dispensan la misma deferencia que al propio Felipe) y, lo que es más importante, de que Polanco le preste ayuda que, sin duda, necesitará para ver cumplido su gran objetivo: llegar un día a la Presidencia del Gobierno de la nación, aunque no se sabe muy bien si como candidato del PP o del PSOE". El tema de la televisión por cable estuvo a punto de partir en dos al PP, de la mano de un Ruiz-Gallardón el "tapado" de Polanco en el PP. Tras el pulso digital de 1997 entre el Gobierno Aznar y el Grupo Prisa, al echar un vistazo sobre la situación fiscal del Grupo, la inspección tributaria pudo comprobar que "ni Polanco persona física ni su grupo de empresas hablan sido objeto de comprobación fiscal alguna durante los casi catorce años de Gobierno socialista". La Inspección pudo averiguar como "las declaraciones de renta y patrimonio del empresario no concordaban y sufrían oscilaciones difícilmente explicables".

A partir de aquel momento, las discrepancias de Polanco con el PP nunca serán una verdadera cuestión ideológica y se mantendrán como una mera cuestión de dinero, de cuenta de resultados. Desde sus comienzos con el franquismo, "Polanco no ha hecho otra cosa que vivir a la sombra de los gobiernos de turno (la doctrina del «puto>>). A él le da lo mismo que un gobierno sea de derechas o de izquierdas: lo único que le importa es que sea un gobierno amigo, y si de «gobierno amigo» se pasa a «gobierno satélite», tanto mejor.

"Polanco está buscando un repuesto a Felipe González, para hacer con él lo que hizo con Franco, con la UCD y con el PSOE: ganar dinero. Y la desesperación que a veces muestra es producto de la dificultad de encontrar recambio". Mientras tanto, existe "una perfecta correlación entre las portadas de El País y las iniciativas parlamentarias del PSOE".

Jesús Cacho muestra en el Negocio de la Libertad como los "agraviados del PSOE", aquellos que con la llegada de Aznar al gobierno se negaron a dejar sus cargos y sus contratos blindados, encontraron en las páginas y espacios del grupo Prisa el altavoz de sus quejas. "Perdido un poder que consideran suyo, el estilo de la casa, hasta los segundos y terceros niveles, incluye comportamientos y actitudes de tinte mafiosillo tales como enviar mensajes amenazadores, que suelen disfrazar los consejos, «yo te aconsejo que», a quienes se atreven a desafiar a Prisa o simplemente a darle la espalda. A veces el asunto llega hasta recomendar a un abogado marcharse fuera de España por haber actuado profesionalmente en el caso Sogecable. Naturalmente, en contra de los intereses de Polanco".

Este sistema basado en el caudillaje mediático es -para Cacho- una ficción democrática con alguna rendija por la que se puede colar algún discrepante o algún invitado con el que nadie contaba, un diario como El Mundo, "en un país donde casi nadie cumple la Ley es indispensable estar a bien con el poder político (PSOE) que, en contra de sus obligaciones, consiente esos incumplimientos y con su brazo ideológico/mediático, que puede apuntar con el dedo a cualquiera de los transgresores en un momento determinado".

No ha de extrañar pues, que un Sistema corrupto, desarrollado mediante actitudes mafiosas de todo tipo, consiguiera que, por unanimidad de todos los grupos políticos con representación en el Parlamento de Cantabria, en el pleno del día 27 de septiembre de 1996, se aprobara dirigirse al Gobierno autonómico para proponer la concesión del titulo de hijo adoptivo de Cantabria a Jesús Polanco. El consejo de Gobierno cántabro acordó la designación el 21 de diciembre de 1996 "por su espíritu emprendedor en los campos de la cultura, la educación y la información, así como por su contribución, desde el ámbito empresarial y de la comunicación, a la consolidación de las libertades en España, además de haber vinculado el nombre de Santillana del Mar, tan emblemático para los cántabros, a proyectos empresariales de carácter internacional, así como por la labor de mecenazgo cultural desarrollada desde la villa donde la Fundación tiene su sede en Cantabria".

Informar, manipular y alienar

Para los medios de comunicación el tema de la Jefatura del Estado sigue siendo tan tabú como en los tiempos de la dictadura. Otro tema tabú es el conflicto en Euskalherria, Jaime Mayor Oreja reconocía ante representantes del PNV que "no voy a ser el ministro de Interior que quiere Pedro J., pero tampoco el que pretende Ansón" y admitía sin paliativos que su posición personal se situaba en la línea editorial mantenida por El País, de mostrarse firmes o inamovibles en la "legalidad democrática y el imperio de la ley" ya que ETAmilitar desde su siniestro escondite auspicia los planteamientos de PNV, EA, los movimientos pacifistas, las declaraciones de Egibar o de Setién...

Cuando era ministro de Interior José Barrionuevo le expresaba a Juan Luís Cebrián: "Usted es un fervoroso partidario de la libertad de prensa, pero un decidido enemigo de la libertad de expresión". Respecto a El País el ministro consideraba que: "Es un libelo que atenta contra los pilares de nuestro sistema democrático". La enemistad de Barrionuevo contra El País se generó cuando era concejal del Ayuntamiento de Madrid, siendo alcalde Tierno Galván -otra buena pieza- y mandó cargar contra las feministas que se manifestaban ante el ayuntamiento. La compañera de Cebrián fue una de las masacradas.

Con el estilo de Management que ha caracterizado a las sociedades de la Cosa nostra, así funciona el conglomerado de Polanco. El autor del libro, Jesús Cacho, describe con dureza cómo entiende este Grupo la libertad. "Nunca se ha conocido en España, ni seguramente en Europa, una empresa periodística que reclame de sus profesionales la «obediencia ciega» que se exige en el grupo Polanco”, lo que implica comulgar con sus tesis y salir en defensa de sus negocios siempre que la ocasión lo requiera, además de tener por enemigos a los enemigos del amo. Quienes no estén dispuestos a actuar de este forma nunca podrán aspirar a mejorar su posición dentro del Grupo, porque no partirse la cara por el Jefe significa resignarse de por vida a la condición de soldado raso".

A quienes cumplen la premisa de la obediencia debida se les reservarán sillones en la Real Academia Española de la Lengua. "El ingreso de Cebrián en la RAE, por cierto, revela el grado de sometimiento y postración del mundo de las letras al Grupo Polanco. Prisa regenta hoy el mundo de la cultura oficial con tan obscena demostración de soberbia que son muy pocos los que se plantean escribir y crear y vivir fuera del paraguas del Grupo, porque eso significa transitar por ese mundo en el mayor de los silencios. Que Juan Luís Cebrián haya sido académico antes que un José Hierro es un escarnio que descalifica a los señores académicos que consintieron tal barbaridad. Que Cebrián lo sea pero un Francisco Umbral no, es más una broma de mal gusto, casi un chascarrillo".

Decenas de periodistas y colaboradores que han transitado por el Grupo han podido comprobar en propia carne como se censura su trabajo periodístico sin avisarles, cómo se reduce su entrevista o cómo su información sobre determinados partidos políticos no han visto la luz. Comedia parecida son las tertulias de las emisoras del Grupo en las que participan diversos contertulios que conforman el reducido abanico ideológico del bloque constitucional. Ante cada cuestión expresan opiniones aparentemente distintas entre sí pero, al final, todos llegarán a idénticas conclusiones. Se permitirá divagar, marear la perdiz, pero su verdad será la única e inmutable. En teoría, en algunos programas, pero no todos los días, el oyente podrá intervenir para expresar su opinión. Quienes, en diversas ocasiones, hemos intentado salir en las ondas para rebatir noticias inveraces emitidas sobre el carlismo no hemos podido pasar el filtro impuesto. Así los oyentes de la cadena sólo les escucha a ellos, portadores de la nueva verdad.

Salvo honrosas excepciones, idéntica postura mantienen el resto de los grupos de comunicación por lo que la Democracia burguesa o formal de este país está atada y bien atada. Se podrá variar el tipo de letra o el tono y las inflexiones de voz, pero no se podrá osar modificar contenido alguno del guión autorizado previamente, como en cualquier dictadura informar significará manipular hasta conseguir alienar al conjunto más amplio de la población.

Para mantener esa apariencia de diversidad y multiplicidad informativa, Cebrián bautiza a sus rivales agrupados en la Asociación de Escritores y Periodistas Independientes como "sindicato del crimen". La Asociación presidida por el premio Nobel Camilo José Cela agrupa a Jiménez Losantos, Pedro J. Ramírez, Luís del Olmo y otros más replica a "los serbios", entre a quienes incluyen a los editores y a los más renombrados periodistas de los grupos Prisa, Zeta y Godó.

Con su descripción Cebrián califica a los del sindicato de "auténticos dictadores en los medios en que trabajan. Comercian con sus informaciones buscan la publicidad para si mismos, chantajean a diferentes personalidades descaradamente y las amenazan con publicar cosas en contra de ellos si no se pliegan a sus deseos". Y desde El País insistía "Difaman, mienten, inventan noticias, situaciones, lo que haga falta. Eso es lo que practican unos cuantos de nuestros compañeros que, además, se pasan el día hablando de la libertad de expresión".

Desde el sindicato del crimen, a través de las páginas del ABC, Jiménez Losantos, se despacha con "Eso que llamamos felipismo no se puede entender sin la omnipresencia del diario de Jesús Polanco, su orquesta y coros. Lo que tiene de antidemocrático, corrompido y corruptor el régimen felipista, no radica en la voluntad faraónica del inquilino, con ínfulas de propietario de La Moncloa, sino en el entramado de intereses creado y alimentado a la sombra del poder político y que encuentran en el Imperio de Polanco su máximo órgano legitimador y su más notorio organismo parasitario. Ya no se sabe si Polanco vive a la sombra de González o González a la sombra de Polanco, pero al final es una inmensidad sombría en la que se ha cobijado todo tipo de plantas carnívoras, en las que sobresale el famoso Pacto de los Editores, que es una acertada síntesis de periodismo y banca mutuamente subvencionados. Eso es el régimen.

Ese tinglado neototalitario que ha ido eliminando a la competencia hasta dejarla reducida a unos cuantos perros que ladran a la luna y que ha ido arrinconando a la política hasta convertirla en un arrabal de la sección de opinión del diario gubernamental, en una conseja de Javier Pradera a los postres de una comida secreta y en conversación off the record. Sólo se ha tropezado en su camino hacia la dictadura global sobre las conciencias con obstáculos del género periodístico. Los más fuertes, aparte de ABC, eran Antena 3 Radio y Televisión, y ya los ha devorado. Ahora solo quedan tres periódicos en Madrid y dos cadenas de radio fuera de su control empresarial o de su tutela ideológica. No hay nada parecido en la Europa democrática. Encima vienen dando lecciones de ética a toda la prensa española cuando son la negación misma de la ética".

Cebrián arremetería con fuerza nuevamente: "Una veintena de periodistas constituyen un verdadero sindicato de intereses, dedicado en ocasiones a extorsionar empresas, sometido en otras al dictado de quienes les pagan y esclavos siempre de su vanidad y sus rencores. Periodistas que abiertamente someten su información a los intereses publicitarios de las firmas que los sufragan, que cobran "impuesto revolucionario" por no difamar o criticar a políticos o a empresas determinadas, se erigen luego ante el público con el símbolo de la pureza y el azote de los corruptos. Las columnas de los diarios se utilizan en ocasiones como puñales sin otra justificación, a veces, que la propia emulación personal del periodista, sus rencores y venganzas".

Advertencias profesionales

Los gabinetes de prensa de Gobiernos e Instituciones se convierten en fuentes privilegiadas de información con sus notas, declaraciones, filtraciones o puras y llanas invenciones que facilitan a los periodistas su tarea. Esas parciales verdades institucionales al transcribirse al papel o transmitirse por radio, televisión o intemet se convierten en la única realidad "porque lo han dicho los medios".

Entendiendo como necesaria, legítima y exigible esta colaboración de gobiernos e instituciones, para mayor información de nuestros lectores, transcribimos íntegra la resolución del Consejo de la Información de Cataluña del día 31 de marzo: "1. Censurar la actuación de los responsables de la policía de Barcelona por la filtración de una información falsa que originó alarma social. 2. Señalar que los departamentos de comunicación y gabinetes de prensa, canales de relación entre las instituciones y los medios y la sociedad en general, están formados por profesionales de la información que tienen la obligación de respetar y cumplir los criterios recogidos en el Código Deontológico de la profesión periodística. 3. Recordar que los medios de comunicación han de ser muy cautos antes de publicar las informaciones que no se pueden contrastar, y no darlas por verdaderas por el hecho de provenir de fuentes oficiales".

Las Asociaciones y Colegios Profesionales de Periodistas tienen abierto desde hace tiempo un período de reflexión sobre el proceso de concentración empresarial en el mundo de los medios de comunicación social en nuestro país. Concentración que incide sobre los productos informativos en prensa, radio y televisión y sobre las libertades públicas del presente y del fututo inmediato. Un análisis de este tipo no ha de olvidar la repercusión de este fenómeno sobre el trabajo diario del periodista y sobre sus mecanismos profesionales o estatutos de redacción.

Los Colegios piden a los profesionales reflexión profunda "sobre ciertas maneras de informar que están proliferando y que no tienen en cuenta el imprescindible contraste de las fuentes informativas, la presunción de inocencia, etc., y, en general, el cumplimiento del conjunto del Código Deontológico". "Difundir únicamente informaciones fundamentadas, evitando en todo caso afirmaciones o datos imprecisos y sin base suficiente que puedan lesionar o menospreciar la dignidad de las personas y provocar daño o descrédito injustificado en instituciones y entidades públicas y privadas, así como la utilización de expresiones o calificativos injuriosos", y también les recuerda la necesidad de "Observar escrupulosamente el principio de presunción de inocencia en las informaciones y opiniones relativas a causas o procedimientos penales en curso".

(Publicado en El Federal, núm. 7 –Octubre 2000)

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