22/5/07

Cristianos por el socialismo Cambiar la Historia

Del 5 al 7 de diciembre de 1998 se conmemoró en Barcelona los 25 años de la creación en España del movimiento Cristianos por el socialismo. Desde sus inicios, CPS escogió la senda de las luchas de liberación, eclesial y política. Una experiencia de un cuarto de siglo de historia hecha desde la independencia y la libertad, sin vinculación a ninguna jerarquía de ninguna Iglesia, sin sometimiento a ningún partido político, sin dependencia económica de ninguna instancia, sin ataduras para expresar lo que se piensa, al tiempo que pensar lo que se dice. Esta es la esencia de un movimiento sometido a la continua presión de los gobiernos de todo tipo y de la jerarquía eclesial más alejada del compromiso del evangelio.

El movimiento de Cristianos por el socialismo surgió de un grupo de creyentes que deseaban ser más consecuentes con su fe que con el autoritarismo estructural de su religión, que se sentían implicados en la historia de su país y no se encontraban en las filas de la Democracia Cristiana ni en la esfera de la jerarquía establecida cerca del poder. Esta voluntad de presencia cristiana y política en el movimiento popular será la seña inicial de identidad que marcará su historia y que hoy continúa vigente en su compromiso por los pobres.

Recuperar la Historia

"El sistema Neoliberal que nos invade es incapaz de someterse a la prueba de la memoria histórica". El sistema no quiere oír hablar del ayer, puesto que para ellos no hay proceso, no hay Historia, no hay memoria. En estos tiempos sin memoria en que desaparece la conciencia del individuo y de las instituciones, la Historia es para el CPS la maestra de la vida y cree preciso afirmarla y recuperarla como vehículo de lucha.

A través de sus documentos vemos que la historia del CPS es la historia de una coherencia, de una ilusión y de idéntica perspectiva: la doble fidelidad al Evangelio y a las clases empobrecidas.

El CPS quiere rescatar el papel esclarecedor de su conocimiento histórico, auténtica práctica política y celestial hecha desde la dignidad y la coherencia, sin los vaivenes de la moda, del sensacionalismo o de la noticia del momento.

Comín y García-Nieto

En este encuentro se ha recordado a dos impulsores del movimiento CPS: Alfonso Carlos Comín y Juan Nepomuceno García-Nieto. No es simple coincidencia que ambos provinieran de las filas del Carlismo. Eran, por tanto, dos hombres libres que pensaban lo que decían y decían valientemente lo que pensaban. Dos personas sin formulaciones extremistas que, al mismo tiempo, evitaban el lenguaje edulcorado e indirecto de la Iglesia tradicional. Sus palabras directas, incisivas y claras fueron fruto de una reflexión profunda
y documentada.

Juan Nepomuceno decía que el CPS había nacido para "ser una voz profética en el interior de la Iglesia, capaz de neutralizar la vinculación de la jerarquía con los intereses de la burguesía, representados en la democracia cristiana; para ser un lugar de encuentro y reflexión sobre el cristianismo la opción socialista, y para ser plataforma de desbloqueo ideológico de los sectores cristianos atrapados por la ideología burguesa".

Comprendiendo el difícil equilibrio entre la teoría y la práctica, el CPS considera más importante que la lucha económica y social inmediata es el estudio, la reflexión, el debate, el diálogo contrastado, la participación democrática. Si se pierde el horizonte del pensamiento, del conocimiento, la práctica social puede quedar totalmente asimilada por el sistema. Nunca como ahora ha existido una sensibilidad especial por los pobres, surgen por todas partes las ONG, se habla de solidaridad y de voluntariado. Pero es posible que todo esto lleve el sello de una solidaridad asistencial tal como desea el sistema y tal como lo practican muchas instituciones eclesiales.

No se puede negar la necesidad de la tarea asistencial, pero practicar la beneficencia es tan sólo aliviar el sufrimiento ajeno, mientras que la verdadera solidaridad exige poner en cuestión el sistema económico y jurídico establecido, y la cultura dominante que lo sustenta.

La Iglesia institución ha hecho una opción por los pobres de tipo asistencial. No quiere saber nada de una opción por los pobres que sea una toma de partido en los conflictos históricos. La globalización Neoliberal fomenta la opción asistencial, .porque le permite canalizar la preocupación de muchos por los pobres, tranquilizar sus conciencias, pero sin cuestionar la validez del sistema. No es posible ser neutral, la Iglesia debería tomar partido por los pobres como clase marginada, y esto exige cambios radicales, aunque provoquen el rechazo de algunos de la institución. La lucha ideológica significa un permanente ejercicio de la memoria histórica, del debate político y cristiano, del enriquecimiento de la teoría, no de la doctrina, del ejercicio de la praxis.

Documento final

En un tiempo en que la ideología dominante, el pensamiento único, va destruyendo las culturas existentes. Cristianos por el socialismo en su documento final "QUEREMOS CAMBIAR LA CORRIENTE DE LA HISTORIA" afirma su fidelidad al compromiso inicial de una nueva lectura del Evangelio, con honestidad y coherencia, en un combate con los excluidos por un mundo más justo y solidario. Cristianos por el Socialismo apuesta por una Utopía como traducción histórica de la esperanza cristiana y por la resistencia activa con el sistema y frente a una Iglesia conservadora y a una política económica que favorece a los poderosos.

Cristianos por el Socialismo, opone al Neoliberalismo la radicalidad del mensaje evangélico, y frente .a formas de opresión del sistema propone a "Jesús de Nazaret", el Dios de la vida, un Dios que es la garantía de una ilusión que nada ni nadie nos puede quitar".

Presentan sus alternativas a este sistema, ya que Cristianos por el Socialismo considera que:
1.- La Fe es una experiencia de Dios y nos da el sentido de la Utopía.
2. - Nuestra Acción ha de tener presente la primacía del Pobre.
3.- Quiere cambiar la economía al servicio de los pobres.
4.- No quiere servir a Dios y al Dinero.
5.- Quiere volver a enaltecer los valores colectivos.
6.- Quiere que el nuevo milenio sea el punto de arranque del amanecer eclesial..
7.- El Internacionalismo solidario es la piedra de toque de su fe y este tiempo ha de ser el de la globalización humana de personas y pueblos.
8.- Ha llegado la hora del pensamiento creador y de la acción comprometida.
9.- Es necesario crear y facilitar espacios de encuentro, de intercambio y de participación.

El documento finaliza señalando el 2000 como "el momento para reunirnos, juntar esfuerzos, celebrar juntos la Fe en Dios, con el Jesús de los Pobres y compartiendo nuestra esperanza y amor".
(Publicado en El Federal núm. 0 - Marzo 1999)

No hay comentarios:

Publicar un comentario