7/6/07

La crisis permanente de la Fruta Seca

Los medios de comunicación, nuevamente, se hacen eco de que determinadas variedades de las almendras han sufrido una caída de precios hasta el 50%. En los últimos meses se han vuelto a reproducir las acciones de protestas del sector de Frutos Secos. Calles y carreteras, especialmente a las comarcas de Tarragona y Lérida, han tenido que ser cortadas para reivindicar la prórroga de las ayudas actuales de la Unión Europea. Se pide el mantenimiento de los planes de Mejora, elaborados para el período de 1990 a 2000, hasta que funcione el sistema de ayuda a la renta de este sector enmarcado dentro de la reforma pendiente de la Organización Común de Mercado(OCM) de la fruta y hortalizas.

Reformar la PAC

La Política Agraria Común(PAC) ha entrado en una fase de deterioro ante la cual existen tres grandes bloques de propuestas: la liberal, encabezada por Holanda e Inglaterra, que plantea la liberalización de precios y de la producción; la verde, con Suecia y Alemania a la cabeza, que pide su reforma; y la socialdemócrata que, liderada por Francia, solicita ajustar y modificar lo necesario para hacer llegar hasta el 2006 el Acuerdo de Berlín. La denominada Agenda 2000.

Entre los objetivos de este Acuerdo se establecían la competitividad y el equilibrio de mercados, la preparación de los acuerdos de la OMC (Organización Mundial de Comercio), la ampliación europea hacia los países del Este, el desarrollo rural y la legitimidad social de la PAC. Para la Comisión Europea, no obstante, la Agenda aprobada en Berlín no incorporaba las propuestas iniciales de mayor reducción de precios, modulación obligatoria de las ayudas y la ampliación del apoyo al desarrollo rural.

El desarrollo rural es la gran asignatura pendiente, ya que solamente se dedican el 10% de los recursos mientras el 90% restante se destina a ayudas directas.

Vemos, pues, que los cambios que se solicitan plantean objetivos muy diferentes según sea la corriente de opinión que los pide. La realidad es que el futuro del sector primario de la economía exige respuestas ante la situación de crisis que padece y las deficientes soluciones que ofrece hoy en día la PAC. Una situación enmarcada por la falta de margen de maniobra del presupuesto comunitario ante la creciente desconfianza de los consumidores, derivada de las crisis sanitarias y alimenticias como fiebre aftosa, EEB, aceite de orujo...

Exijamos que la necesaria reforma de la PAC no hipoteque el futuro agrario y que sea coherente con las demandas actuales de una sociedad preocupada con la calidad y la seguridad alimenticia, con el bienestar de los animales y con métodos más respetuosos con el medio ambiente.

(Publicado en El Federal núm. 11 - Octubre 2001)

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