6/6/13

¡A por las pagas extras!

Que Cataluña es un Cortijo nacionalista, ya no se le puede escapar a nadie con un mínimo de criterio ante las cosas de la vida. La Cataluña nacionalista se ha quedado reducida a una Barcelunya centralizadora y centralista. ¡Es tal el grado actual de centralismo que un simple macroproyecto lúdico en Tarragona ha de recibir el nombre de Barcelona World (BCNWorld)!

El Govern dels millors desde el minuto 1 han ido directamente a recortar el sueldo de todo el personal al servicio de la Administración Pública y del tinglado empresarial público y concertado. Ayer, en la sesión de control del Parlament, uno de los señoritos del Cortijo, el Sr. Artur Mas, se la montó para ir preparando el clima propicio para eliminar las pagas extras en la Función Pública y, por extensión, en el resto del conglomerado económico catalán. Y ya van tres años consecutivos con la misma broma, que hemos de entender como una consecuencia directa de la incapacidad manifiesta de los gestores políticos y de su tendencia a quedar “inmersos” en la más burda desamortización de todo lo público, un verdadero latrocinio programado.

Un Artur Mas, por encima del bien y del mal, se atrevió a pontificar, en el más viejo estilo pujolista, sobre los demás cuando él no tiene nada de qué vanagloriarse. De nuevo, una intervención patética ante el Parlament. La instantánea de El Mundo lo ha captado con exquisita precisión

En el Parlament, Mas se lamentó que la “subsidiada España” mantuviera dos pagas extras. De esta forma creía conseguir dos objetivos: que una parte sustancial de la ciudadanía, aquella incapaz de la más mínima autocrítica, recibiera el mensaje de que se ha de odiar al servidor público y, por ende, se ha de odiar a España. Por supuesto que la actuación de Artur Mas y sus mariachis identitarios cuenta en todo momento con el beneplácito de ERC, el socio que acaba cargándose a todo equipo de gobierno al que apoya. Un pacto que resume la dura batalla por el poder y por la satisfacción de ambiciones personales, de intereses espurios y de vanidades narcisistas.

Vivimos una época en que los gestores incapaces, incompetentes, desleales y corruptos, como se viene demostrando en el día a día en cualquier juzgado de Cataluña, elevan el tono de su agresividad dialéctica, que se muestra despectiva e intolerante, que ocultan su incompetencia a través de la censura inducida, el engaño, el maltrato y el incumplimiento hacia el ciudadano, la ineficacia y las mentiras. Descalificaciones sin ninguna elaboración, afirmaciones extemporáneas, pronósticos más cercanos al augurio o al horóscopo que a un análisis critico.

Nada de discursos de tono responsable y conciliador, nada de diálogo, ni de consenso, de unidad, de austeridad y defensa de los intereses concretos de los ciudadanos, que se encuentran muy alejados de la liturgia de los tópicos del victimismo nacionalista, falaz y demagógico, y cuyo único sentido es cargárselo todo en ese típico hablar por hablar de buena parte del nacional-independentismo.

En las fases posteriores de desarrollo de este desaguisado de las pagas extras, a este acto de retroceso social lo presentarán como un acto de eliminación de los vestigios del Franquismo, el régimen que implantó la paga extra del 18 de julio, que en la actualidad se paga en Junio, y de la paga extra de navidad, que acabará siendo eliminada, con la anuencia del sindicalismo sectario y otros tontos verdaderamente inútiles, al tener la época navideña un contenido cristiano.

Este discurso de Mas ha resultado ser más de lo mismo. Conforme hablaba se envalentonaba, como si estuviera interpretando a un pistolero del viejo oeste, hasta espetar lo siguiente: “Aquí tenemos el coraje, y la obligación, de dejar de pagar una paga extra a los funcionarios. ¿No basta con que la Cataluña productiva tenga que pagar una extra y el estado subsidiado y subvencionado pueda pagar dos?”

No obstante, si repasáramos el DOGC, los BOP de Cataluña e, incluso, el BOE, y si sumamos todos los importes de las subvenciones y ayudas recibidas por el entorno del nacionalismo excluyente, y aquellas otras cantidades que por su cuantía no comportan su publicación en un diario oficial, comprobaríamos que Cataluña es una de las comunidades más subsidiada y subvencionada de España. Tristemente, queda ya poca sociedad civil en Cataluña que no esté subvencionada. Incluso, el sancta santorum del nacionalismo, el Liceu, está magnánimamente subvencionado por el Estado.

Aviones militares franceses sobrevuelan Paris en la fiesta del 14 de Julio. ¿Los secesionistas catalanes los quieren ver sobrevolando Barcelona para sus festejos?

En este tiempo hemos podido comprobar que del govern d’Artur Mas, del govern dels millors no podemos esperar ni una aportación seria, ni una propuesta aprovechable, ningún proyecto al servicio de la sociedad, ni un objetivo que se enmarque en la sociedad global en la que ya vivimos. Porque ya me dirán si no es un dislate absoluto la propuesta del secesionismo catalán de que los trenes de cercanías en Cataluña los gestione la Société Nationale des Chemins de Fer Français y que de la defensa armada de Cataluña se encargaría el Ministère de la Défense de France y la Armada Nuclear China que se instalaría en los puertos de Barcelona y Tarragona.

No se necesita ningún comentario más a este delirio secesionista.

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