14/6/13

Señoritos, ¡Un presupuesto!, por favor

¡Por favor, señorito, déme algo! Una petición que conserva todo su vigor cuando alguna persona, en la calle, solicita una ayuda con la intención de ablandar el corazón del viandante.

Uno de esos señoritos, el gran timonel de Cataluña, ha hablado en rueda de prensa, aconsejado por unos estrategas que, aterrados por los últimos sondeos, reconocen el desgaste en solitario sufrido por unos recortes, que se siguen aplicando gracias a la prórroga de los presupuestos anteriores. Bajo el augurio de gran debacle de CiU y de hemorragia de votos, el martes día 11 de junio de 2013, con tono solemne, impostado, Artur Mas confirmó que seguiría con la hoja de ruta pactada con ERC.

Ese hablar a los medios iba dirigido a convencer a los suyos de que seguirían en sus cargos hasta el final de legislatura en 2016. Pero, necesitado de apoyos promete a PSC y ERC un gobierno de coalición, que detraerá para los nuevos socios una parte del pastel que repartía entre los suyos.

Artur Mas arropado por su profeta mayor en el Parlament

Artur Mas y sus profetas -Mas-Colell, Boi Ruiz, Felip Puig, Francesc Homs o Joana Ortega-, dirigen sus acciones hacia su supervivencia política personal. A su incapacidad para elaborar un nuevo presupuesto, tal y como sí disponen el resto de las autonomías españolas, le sucede el anuncio diario de una nueva con el conjunto de la sociedad catalana y, por ende, española. Una deslealtad para sustentar su fijación por la consulta independentista, a la que ya no le reconocen valor jurídico ni carácter vinculante alguno y a la que tan sólo consideran “un termómetro de opinión”. De gestos gloriosos han pasado en unos meses a actos irrisorios, pues, como reconoció Mas, “no se puede ganar con el 51% contra el 49%”. Deslealtad que comporta la creación de estructuras de Estado, tales como Hacienda, Justicia o Seguridad Social propias.

Elaborar un presupuesto implica un mínimo de claridad y veracidad para establecer sus partidas y cuentas. Confeccionar un presupuesto realista pasa por el reconocimiento de que de déficit fiscal rien de rien y de que las pensiones catalanes se siguen pagando gracias a la existencia de una Caja Única de la Seguridad Social, que viene compensando la diferencia entre gastos e ingresos por seguridad social en Cataluña. En 2012, por ejemplo, este desequilibrio fue de 2.728 millones de euros, un 13,7% en términos relativos. Al contrario que la Generalitat nacionalista, el Estado lo que considera “es la igualdad de los asegurados sin discriminar por razón del territorio”. Así, de quimera en quimera, los nacionalistas catalanes han llevado a Cataluña a la quiebra y allí la mantienen para vender su victimismo, aunque precise, entre otras medidas, estar conectada al oxigeno del Fondo de Liquidez Autonómico.

¿Cómo se ha de entender que el Govern d’Artur Mas pretenda modificar la Ley de Centros Recreativos y Turísticos para rebajar el tipo impositivo de las salas de Juego del 55% al 10%, coincidiendo con la apertura del BCN World? ¿Por qué dicen que no afectará a la recaudación? ¿Para qué y por quién actúan así?

A mediados del mes de junio de 2013 y el Govern de la Generalitat no acierta a concluir su proyecto de ley de Presupuestos para este ejercicio económico. Una parte de la oposición y lo poco que queda de sociedad civil no subvencionada le está solicitando a Artur Mas que se deje de cuentos, como el desconocer la cifra del déficit, y que, de una vez, presente el documento de marras con todas sus cuentas.

El govern dels millors parece olvidar que la Ley de Presupuestos es el documento más importante del ejercicio anual de los que componen cada legislatura y el que determina la estabilidad de un gobierno al establecer su margen de maniobra para un ejercicio económico.

El no tener elaborado el presupuesto es otra prueba más de que el nacionalismo catalán considera que Cataluña su particular Cortijo. Tras las últimas elecciones autonómicas, otra prueba de ello la tenemos en el Pacto de Estabilidad sellado entre CiU y ERC. A partir de aquí, son continuas y crecientes las maniobras de distracción –independencia, derecho a decidir, división de la sociedad… A ERC, salvo empujar a Mas hacia la consulta soberanista, las demás cuestiones se la traen al pairo. Para el presidente de ERC son temas menores, incluso las cuentas de la Generalitat que se niega a pactar, de una forma inverosímil y hasta pueril. Dice Oriol Junqueras que: “El único pacto y compromiso que realmente tiene sentido es aquel que pone el futuro en manos de los ciudadanos de Cataluña, que hace todo lo necesario para que los ciudadanos puedan decidir”.

La continuada deslealtad de ERC con el govern produce hastío en ciertos sectores de CiU, que ven como los republicanos viven con el viento a favor mientras ellos soportan el desgaste de las restricciones presupuestarias. Cansados de la deriva independentista expuesta por Mas, esos sectores, están negociando que PSC y PP se abstengan en la votación de los presupuestos del govern.

Sin embargo, ERC prefiere que Artur Mas gobierne, en 2013, con los presupuestos prorrogados, modificándolos a base de decretos. De esta forma, CiU mostraría su debilidad y su dependencia de otros en pleno tiempo de crisis, y se quedaría sin presupuestos en 2013 y en 2014. Muestra de esa dependencia de ERC, es el anuncio del govern conforme no habrá debate parlamentario sobre la crisis y la reactivación económica hasta que no se aprueben los presupuestos. Se pospone sine die el debate. Mientras, Madrit sigue pagando las nóminas del personal del sector público y concertado de Cataluña, continúa la paranoia de: “crear un nou Estat, crear un consell nacional de transició, projectar una hisenda pròpia i proposar mecanismes per internacionalitzar el conflicte”. Eso sí, nada de resolver los problemas reales de los ciudadanos, sin fantasías ni espejismos, puesto que ellos ya han alcanzado el paraíso… el paraíso fiscal, por supuesto.

La tardanza en presentar los presupuestos ha disparado los rumores sobre el carácter antisocial de los mismos y sobre el entorno del govern envuelto en un sinfín de casos de corrupción. La previsión de nuevos recortes sobrevuela el sector público y el concertado de la Generalitat, especialmente en el ámbito educativo, sanitario y de prestaciones sociales. Se habla de ahorrar, entre un 7 y un 10 por ciento, en la mayoría de las partidas presupuestarias.

Una prórroga presupuestaria no sabe de ingresos reales, ni de techo ni prioridades de gasto, disimula la carencia de planes para “el país”, evita las propuestas sobre limitación de los sacrificios exigidos a los ciudadanos, elude hablar sobre el reparto y la proporcionalidad de las cargas soportables por asalariados, autónomos, pequeños empresarios o jubilados.

Sin embargo, en esa mezcla de comedia y de economía ficción, estos Magos del delirio secesionista sobreactúan con su teatralidad para captar la atención de las cámaras de televisión, donde mostrarse orgullosos, desafiantes, grotescos o prepotentes como cualquier matón de serie televisiva. Personajes que, en su “desconexión emocional con el Estado” o en su “evasión de capitales”, se envuelven en gigantescas banderas para eludir la acción de las fuerzas de seguridad y de la Justicia, y para ofrecer una épica banal, frívola y de opereta frente a la precariedad y los problemas reales.

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