1/9/15

27-S. Maniobra de distracción masiva: (I) La convocatoria

Concluido el Butifarréndum del 9-N, Artur Mas dejó pasar un tiempo prudencial para acabar anunciando, con 8 meses de antelación, la fecha del 27-S como la de una nueva elección al Parlament de Catalunya. De nuevo, el electorado catalán sería llamado a las urnas bajo la excusa del “momento excepcional histórico” dictado por el nacionalismo.

Pasqual Maragall le indica a Artur Mas que “ustedes tienen un problema y este problema se llama tres por ciento”

En las últimas décadas, la investigación de la corrupción en Cataluña se ha intensificado. El 24 de febrero de 2005, en sede parlamentaria, el presidente Pasqual Maragall espetó a Artur Mas: "Hemos llegado al meollo de la cuestión: ustedes tienen un problema y este problema se llama tres por ciento". Con Jordi Pujol pasado a un segundo plano y su “Klan” en el punto de mira de la UDEF, Artur Mas recibió la consigna de “salvar al soldado Ryan”; es decir, salvar a los corruptos “Klanes nacionalistas”. Y por lo que se ha ido conociendo parece que estemos ante un latrocinio perfectamente organizado conforme a un ”hoy por ti, mañana por mí”. Un actuar ilícito e inmoral que el cantante Loquillo resumía con ironía: “¡¡¡No nos toquéis a nuestros chorizos!!!

Un lustro, el último, en que el nacionalismo ha tensado la cuerda con un inventado Derecho a Decidir, como si se les impidiera manifestar su opinión de acuerdo con el ordenamiento vigente. Décadas alegando un cansino victimismo hasta plantear la “Independencia” en términos de Sedición.

Un desafío sedicioso disfrazado de "prusés”, que ha comportado décadas de estrategia de tensión. Tras el Butifarréndum del 9-N, conocedores del desarrollo de las investigaciones de corrupción, han intensificado su campaña para paralizar las actuaciones judiciales con actos como la presentación de firmas por parte de CiU, ERC e ICV-EUiA ante la ONU y la UE. Por su parte, la CUP llamando a la desobediencia. Mientras el PP pedía el abandono del desafío separatista, y el PSC declaraba que no existía otra opción que no sea el respeto a la ley. Ciutadans, partidario de unir antes que separar, se ha manifestado claramente contrario al proceso independentista.

Aducen los “Klanes separatistas” que no se les deja hablar, aunque hayan conformado parlamentos y gobiernos autonómicos en las siguientes convocatorias: 1980 (CiU), 1984(CiU), 1988(CiU), 1992(CiU), 1995(CiU), 1999(CiU), 2003 (PSC-ERC-ICV-EUiA), 2006(PSC-ERC-ICV-EUiA), 2010(CiU) y 2012(CiU).

Los sediciosos olvidan que el electorado catalán ha elegido a sus representantes municipales en 1979, 1983, 1987, 1991, 1995, 1999, 2003, 2007, 2011 y 2015. A sus diputados y senadores de las Cortes Generales en 1977, 1979, 1982, 1986, 1989, 1993, 1996, 2000, 2004, 2008, 2011 y la próxima será en diciembre de 2015. A sus representantes para el Parlamento Europeo en 1987,1989, 1994, 1999, 2004, 2009 y 2014. Además de votar en cuatro Referéndums nacionales en 1976, 1978, 1986 y 2005 y en dos Referéndums autonómicos en 1979 y en 2006.

Sin embargo, a pesar de tal volumen de convocatorias electorales, dicen que no se deja decidir. El nacionalismo en Cataluña ha impuesto un bajísimo nivel de democracia, y, desde 2010, CDC depende de lo que marca ERC, cuyo líder, Oriol Junqueras, en teoría jefe de la oposición apoya en todo al “govern”, incluso con la corrupción de una CDC que tiene sus sedes y cuentas embargadas para responder en procesos judiciales. ERC es corresponsable y cómplice en el destrozo del sector público, de la educación y de la sanidad. El apoyo de ERC a CDC en aras de una hipotética independencia les puede salir muy caro y la parroquia republicana anda estos días cabreada por las comarcas. El acuerdo de CiU-ERC para tapar la corrupción de los “Klanes nacionalistas” les ha conducido a elaborar una “lista única independentista”, la del entramado CDC-ERC-ANC-OC. Es de destacar que Convergència Democràtica de Catalunya nunca se ha presentado en solitario en un proceso electoral.

Presentación de la lista Independentista de Artur Mas. Éstos se han aficionado a tocar palmas y aplauden cualquier gesto, incluso el de Romeva con el brazo levantado al viejo estilo romano

Pero, el nivel de la corrupción alcanzada en Cataluña ha aconsejado a Artur Mas a no encabezar una candidatura de Convergencia si quiere continuar mareando la perdiz. Por ello, para no dar la cara por los recortes, privatizaciones y corrupción, Artur Mas ha preferido ocultarse en la lista de Junts pel Si situándose en el número cuatro por la circunscripción de Barcelona. Esta lista ya es conocida como la de “Junts pel 3%”, en alusión a las comisiones solicitadas a empresas y particulares para poder obtener obras y trabajos públicos en Cataluña.

Con su jugar al despiste, ERC y CDC le dejan a la CUP la tarea del coche escoba que va recogiendo votos perdidos por el camino. Una organización, cuyo memorable líder, David Fernández, llegó a presidir, de forma genuflexa, la “Comissió del Parlament” conocida como “Caso Pujol”. De alguna forma, un insulto a la inteligencia, que evidencia que escrachear, gritar e insultar con total impunidad o ir de llepasubvens es una cosa y otra muy diferente es capacidad para gobernar. Y en todo este dislate, tras las elecciones municipales de 2015, se abre paso Podemos y sus coaligados, cada día más ambiguos y más inmersos en “la Casta”.

En su desfachatez, Artur Mas y su entorno se permitieron indicar a la oposición hasta cómo debían elaborar sus listas. Y, en ese intento de ganar a toda costa, al nacionalismo catalán se les ocurrió la elaboración de un Registro de “buenos catalanes”. ¡Otra muestra más del patetismo nacionalista!

Artur Mas firma el decreto de convocatoria del 27-S

Anunciadas las elecciones anticipadas surgieron serias dudas sobre su celebración. Por ello, Artur Mas trató de condicionarlas programando la votación para dieciséis días después de la exaltación nacionalista del 11-S, día en el que comienza la campaña electoral. Ciertamente, un hecho que pudiera comportar una alteración del proceso electoral. Sin olvidarse del puente laboral de La Mercè en el área metropolitana de Barcelona, en un intento de reducir la afluencia a las urnas en las zonas con mayor base electoral no nacionalista, al considerar que esta añagaza les otorgaría mejores resultados.

El lunes 3 de agosto, con nocturnidad y en el Saló Mare de Dèu de Montserrat del Palau de la Generalitat, Artur Mas consumaba su desobediencia a España, con una nueva muestra de victimismo e incompetencia, con la puesta en escena del acto de firma de la disolución del Parlamento catalán y de la convocatoria electoral del 27-S. Decreto que entró en vigor al día siguiente, tras su publicación en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC).

Un Artur Mas en plan trascendente y estrenando pluma estilográfica, firma el decreto de convocatoria electoral del 27-S, rodeado de su corresponsable cohorte, que se muestra recatada. La idea de Mas es la de conservar la pluma en el Museu Nacional de Catalunya

El acto de la firma, que se inició con la lectura del decreto por parte del secretario del Govern, Jordi Baiget, contó con la presencia de la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, la vicepresidenta del Govern, Neus Munté, y los consellers de Presidencia, Francesc Homs, y de Governació, Meritxell Borràs.

Tras firmar el decreto, en su discurso institucional, el propio presidente de la Generalitat aseguraba que el decreto firmado "sigue el marco legal vigente, parecida a todas las que se han hecho hasta el día de hoy, en lo que se refiere a la forma". Pero, apuntó que “todos sabemos que estas elecciones serán muy diferentes en lo que se refiere al fondo". No obstante, no incluía ninguna referencia a un carácter plebiscitario para evitar que el Gobierno pudiera impugnar los comicios. Recalcó que "En circunstancias normales, estas elecciones se habrían hecho a finales del año que viene, pero Cataluña no vive en condiciones normales".

Y no desaprovechó la posibilidad de una arenga. "Pienso, humildemente, que podemos hacer del próximo 27S una fecha señalada en nuestra historia. La democracia es ahora la protagonista. Las urnas, los votos y la decisión libre, los instrumentos. Un futuro hecho de democracia, justicia y libertad, es el horizonte. Asumamos cada uno de nosotros la responsabilidad y el protagonismo que el momento pide y hagámonos dignos".

Un discurso de unos cuatro minutos para culpar de todo a los demás, especialmente al Gobierno de Mariano Rajoy, y que Artur Mas aprovechó para soltar sus argumentos independentistas: "cuando una mayoría muy clara y rotunda de un país quiere ejercer su derecho a decidir, democrática y pacíficamente, y se le niega constantemente este derecho, impidiendo el diálogo y la negociación, y por lo tanto el acuerdo y el pacto, significa que estamos en una situación excepcional que requiere decisiones excepcionales". Por ello, "responder y dar salida a este anhelo democrático fundamental es lo que fundamenta y justifica esta convocatoria de elecciones anticipadas".

En su delirio, Artur Mas opinó que "en las próximas semanas el mundo volverá a observar a Cataluña" y ha pedido "volver a ofrecer la mejor cara": "Somos una nación milenaria que tiene derecho a decidir su futuro, somos una nación de personas libres que nos hemos ganado el derecho a decidir cómo queremos ser y cómo queremos gobernarnos".

Y eso lo dice el presidente del Govern dels millors que, aunque dispone de toda suerte de competencias, ha demostrado su incapacidad de ejercer de forma leal y al servicio del interés general.

El daño está hecho. Una sociedad dividida y a punto de ser enfrentada desde la propia institución que debería actuar y gobernar para toda la sociedad. Artur Mas y sus bandería dejan divididas a las familias y enfrentados los amigos, entidades, coaliciones políticas y partidos.

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