23/7/13

Brigadas Internacionales contra Siria (II) – Entender la región

La obra En la senda de la resurrección del pensador Michel Aflaq le sirvió a éste, conjuntamente con Salah al-Din al-Bitar, para iniciar en 1940 el movimiento nacionalista árabe. Egipto, Irak, Siria, Libia y otros países árabes vivieron esa efervescencia nacionalista y socialista árabe.

Eran los años en los que Europa se debatía en una guerra mundial que tuvo episodios bélicos en África y Oriente Medio, como la batalla de El Alamein, en el norte de Egipto, en la que, entre el 1 y 27 de julio de 1942, los británicos de Bernard Montgomery detenían el avance del AfrikaKorps del mariscal Erwin Rommel, y que, entre el 23 de octubre y el 4 de noviembre, conseguirían romper las líneas defensivas alemanas. Una guerra que abriría paso a los procesos de descolonización en África y en Asia por parte de las potencias administradoras europeas.

Gamal Abdel Nasser, Líder político egipcio y uno de los impulsores del nacionalismo y socialismo de integración panarabista

Cualquier intento de explicación del actual Oriente Medio no puede pasar por alto la figura del egipcio Gamal Abdel Nasser (Alejandría, 15 de enero de 1918- El Cairo, 28 de septiembre de 1970). Militar y estadista que se configuró como el principal líder político árabe durante su mandato presidencial que abarcó desde el 23 de junio de 1956 hasta el 28 de septiembre de 1970, día en que murió de un ataque al corazón.

Militar de Academia, en 1948 participó con el grado de comandante en la guerra contra Israel, en la que Egipto sufrió una considerable derrota. A consecuencia de la misma, en 1949, junto a otros militares, fundaron un movimiento secreto dentro del Ejército: la Organización de Oficiales Libres. La aguda crisis de 1952, caracterizada por el control absoluto del país por parte de británicos y franceses, por la corrupción a todos los niveles, por la inoperancia de la Constitución, por la miseria de la población, desprestigió al rey Faruq que sería destronado por el golpe de Estado del Movimiento de Oficiales Libres del 22 de julio de 1952, que proclamaría una República y cuyo Consejo de la Revolución sería comandado por Nasser hasta su muerte.

Para el alzamiento de 1952, el Comité de Oficiales Libres contactó con partidos de izquierda y otros grupos contrarios al régimen, que accederían al poder sin demasiada oposición. Alcanzado ese objetivo, las dos figuras centrales de la revolución enfrentaron sus proyectos contradictorios. El del general Muhammad Naguib, Presidente de la República, partidario de convocar una asamblea constituyente y de restablecer las libertades políticas y el del coronel Nasser, vicepresidente, que defendía establecer un régimen de unidad y dignificación a través del socialismo. Cuando en noviembre de 1953, el general Naguib fue destituido de todos sus cargos y sometido a arresto domiciliario, Nasser se convertiría en el hombre fuerte de la política egipcia y cabeza de una revolución, en cuyo gobierno serían hegemónicos los militares, que aplicarían un programa basado en sus ideas personales.

Por ser el primer egipcio que, efectivamente, gobernaba Egipto desde los tiempos faraónicos, Nasser dispuso de una gran popularidad en su país.

La transformación europea, la orilla norte del mediterráneo

Al tiempo que Gamal Abdel Nasser desarrollaba su panarabismo, Europa buscaba salir de la devastación de la II Guerra Mundial y sufría, también, una profunda transformación y un proceso imparable de integración económica y de unión política.

Bajo el acrónimo de Benelux se designó la unión aduanera y económica de Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo, los tres territorios que conformaron el antiguo Reino Unido de los Países Bajos, o de los Países Bajos españoles que, después, serían austriacos, mostraron una relación histórica y económica entre ellos, y una muy estrecha interdependencia económica. En 1830, Bélgica se segrega y en 1890 lo hace Luxemburgo. El 25 de julio de 1921, mediante Tratado, se creó la Unión económica Belga-luxemburguesa, que eliminaba toda barrera económica y mantenía una tasa de cambio fija entre ambas monedas. El 5 de septiembre de 1944, en Londres, se firmó el tratado entre los tres gobiernos exiliados de Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo, que pactaba la supresión de los derechos de aduana en sus fronteras comunes, además de fijar tasas comunes para las mercancías provenientes del exterior de la unión. Tras la II GM, a fin de reconstruir sus países se previeron tres años hasta el 1 de enero de 1948 para la entrada en vigor del tratado de Unión Aduanera del Benelux. El tratado abogaba por la libre circulación de personas, de bienes y de servicios.

Conjunto de países que iniciaron la Unión Europea Occidental

Con el fin de protegerse de la amenaza soviética, los tres estados del Benelux, el 17 de marzo de 1948, se adhieren a la Unión Europea Occidental (junto con Francia y el Reino Unido). Ese mismo año entran a formar parte de la OTAN y en la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE). En 1960, la Unión Aduanera del Benelux sería reemplazada por la Unión Económica del Benelux, instituida por el tratado de 3 de febrero de 1958, que constituirá un ejemplo para la formación de la futura Unión Europea.

Van apareciendo nuevas zonas de integración económica como la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), creada en 1951 por el Tratado de París, basado en el derecho internacional y diseñado para reconstruir las economías europeas, evitar la guerra en Europa y garantizar una paz duradera.

El 26 de mayo de 1957, los Tratados de Roma firmados por Alemania Occidental, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos, establecían la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (CEEA o EURATOM), que, por ratificación de los parlamentos de cada Estado, entrarían en vigor el 1 de enero de 1958. Posteriormente, se ha modificado como Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea y, finalmente, como Tratado de Funcionamiento de la Unión.

Sin embargo, en la otra parte de Europa conformada tras la guerra mundial, los países se hallaban circunscritos a la hegemonía soviética, que oponía al resto de Europa sus propias zonas de agregación internacional.

A la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), creada en Washington en 1949 y formada en su inicio por Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Francia, Dinamarca, Portugal, Islandia, Luxemburgo, Italia, Países Bajos y Noruega, a los que se añadieron en 1952 Grecia y Turquía, y en 1954 Alemania Occidental, la URSS opuso el 14 de mayo de 1955 su Pacto de Varsovia. Para contrarrestar la influencia de la OTAN, en ese tratado de colaboración de asistencia mutua para el caso de ser atacados por una potencia extranjera, la URSS agregó a Albania, Bulgaria Checoslovaquia (hoy República Checa y Eslovaquia), República Democrática de Alemania, Hungría, Polonia, Rumania. En 1956 las tropas del Pacto de Varsovia entraron en Hungría para acabar con la revuelta popular contra el Partido Comunista. En 1961, Albania abandonó el Pacto tras romper relaciones con la URSS por razones ideológicas. En 1969, las tropas del Pacto entraron en Checoslovaquia para tumbar la Primavera de Praga instada por Alexander Dubček y parte de un aperturista Politburó comunista en torno al economista Ota Šîk. A finales de 1991, los dirigentes de los países miembros del pacto acordaron su disolución. Durante su existencia, el Pacto de Varsovia mantuvo una permanente represión sobre Polonia, muy especialmente en el ámbito cultural, religioso y laboral.

Desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989, las autoridades de la República Democrática Alemana (RDA) edificaron y mantuvieron el Berliner Mauer, al que denominaron Antifaschistischer Schutzwall, y que occidente llamaba Schandmauer o Muro de la Vergüenza, que con sus 45 kilómetros, dividía como frontera la ciudad de Berlín y se erigía en el símbolo de la separación de Alemania y de la Guerra Fría entre bloques. Las autoridades soviéticas sostuvieron hasta el final que el muro fue levantado para proteger a los alemanes del Este de los elementos fascistas que conspiraban para evitar la voluntad popular de construir un estado socialista. En realidad, el Muro se alzó para impedir la emigración masiva hacia la República Federal Alemana (RFA).

Alemania Oriental puso en circulación un sello con las banderas de los países integrados en el COMECON

A la existencia de la CEE, los soviéticos opusieron como su equivalente al COMECON o Consejo de Ayuda Mutua Europea, como organización de cooperación económica de los países socialistas que giraba en torno a la URSS con el objetivo de fomentar sus relaciones comerciales, y como una alternativa al Plan Marshall de los Estados Unidos. Su ámbito geográfico fue muy superior al de la CEE, no sólo abarcaba al Este de Europa, sino a países hispanoamericanos, africanos, oriente Medio y de la región Asia-Pacífico.

En enero de 1949, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumania y la URSS conformaron el COMECON, al que se uniría en febrero Albania, que abandonaría la organización en 1961. Alemania Oriental se integró en 1950. En el 1962 lo hizo Mongolia, en 1972 Cuba y en 1978 Vietnam. Como Estados observadores figuraron Afganistán, Laos, Irak, Etiopía, Angola, Mozambique, México, Nicaragua, Finlandia y Yemen del Sur. Yugoslavia se relacionó como Estado asociado.

El COMECON procedió a la división del trabajo entre los distintos países y bajo auspicio soviético creó zonas productoras de materias primas, siderurgia, industria petroquímica, etc. En los años 70 controlaba el 10% del tráfico mundial de mercancías, y el día de su disolución, el 28 de junio de 1991, ya sólo representaba el 6%. A partir de esa fecha, países de la órbita soviética irán solicitando su ingreso en la Unión Europea.

Para tratar de afrontar la competencia económica y la Guerra Fría de ambos bloques, en el norte de África y en el Oriente Medio nacerán nuevas zonas de integración económica y política de la orilla sur del mediterráneo, que alcanzarán acuerdos de desarrollo con otras zonas de Asia.

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