27/3/12

CDC: Caciques de Cataluña por un Estado propio


El XVI Congreso de CDC, celebrado en Reus, ha recopilado las clásicas amenazas y el permanente victimismo del pujolismo. Las intervenciones se han dejado llevar por la deriva independentista en plan policía malo. En la última de ellas, Artur Mas aparece como policía bueno y llama a la moderación para tratar de sumar “a la mayoría” de catalanes y no quedarse como una minoría. El Congreso no trató ninguno de los problemas que afectan a los ciudadanos; especialmente, los millones de catalanes afectados por su política de recortes y privatizaciones de los bienes públicos.
La instantánea de El Mundorecoge el discurso inaugural de Jordi Pujol y su arenga militar:"Y si alguien es capaz de guiar esta batalla somos nosotros. La tropa de choque será la de Convergència"

Del Congreso de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) se ha salido con una dirección renovada, de la que han desaparecido los nacionalistas moderados, y con la aprobación de una ponencia soberanista que describe estructuras propias de Estado para Cataluña, “como cualquier Estado de la Unión Europea”, “incluso una Hacienda propia”.


El Congreso enumeró toda la retahíla de términos eufóricos del independentismo pujolista: salvar la patria, soldados derrotados, tropa de choque, batalla épica, ganar la batalla, independencia, Estado propio. La idea del “Estado propio” fue defendida por el Consejero de Interior, Felip Puig, y enfatizó que buscarán el pacto fiscal “por la vía del diálogo de la negociación democrática o por la vía de la radicalidad democrática”, y sin ese pacto “buscaremos otros objetivos, como un Estado propio en el marco de la Europa a la que pertenecemos”.

Coronación de Pujol II

Como estaba previsto la estrella del Congreso fue Oriol Pujol Ferrusola. El independentista Salvador Sostres lo describe así: “Cuba, Corea, Cataluña. Fidel se lo dejó a Raúl. Jong-il se lo dejó a Kim Jong-un, y Jordi Pujol al menos listo de sus hijos, Oriol, que precisamente por eso se ha dedicado a la política”. Oriol Pujol, el de la pancarta de Catalonia is not Spain durante los juegos olímpicos de Barcelona, cuando España entera se volcó con todo tipo de recursos para el éxito del evento mundial que tanta propaganda representó para la ciudad condal. La escenificación del padrino Jordi Pujol presentando a su retoño –un insustancial y un indocumentado, según Sostres- a las amistades para confirmarles el relevo en ese tinglado que es la legendaria farsa del nacionalismo catalán, que pacta con el PP y se desahoga en sus congresos para solaz de ERC y del resto de la “patum” independentista. Mientras, los afiliados y votantes de Convergencia dando vueltas en círculos. Veamos que dice Sostres, “un nacionalista catalán es un tipo buscando un gato negro en una habitación a oscuras sabiendo positivamente que el gato no está”.
Para Oriol Pujol, coronado como Pujol II en el Reus del XVI Congreso, sería simplificar decir que CDC es un partido independentista. Como Pujol I hará de la lengua, la educación, la policía y de la excesiva, sesgada, interesada y manipulada afirmación de España nos roba el fundamento del autogobierno de Cataluña. Pujol II ha sido coronado con la autorización de un Mas, a quien Jordi Pujol trató de segar la hierba bajo sus pies al no conseguir formar gobierno en dos legislaturas y a quien trató de depresivo.

Oriol Pujol es hijo del que fuera alférez de infantería Jordi Pujol, al que se permitió hacer sus pinitos de medicina sobre despavoridos reclusos en la cárcel de Torrero de Zaragoza, un personaje soberbio especializado en insultar a los inmigrantes por ser “hombres poco hechos” y en ningunear a todos los ciudadanos de Cataluña que no sean nacionalista, un presidente de la generalidad que recibía en su despacho a don Juan de Borbón y ante él se arrodillaba expresando: “Mi Señor natural, el Conde de Barcelona”. Un Jordi Pujol que hizo todas las jugadas posibles para impedir que Josep Tarradellas ocupara la presidencia de la Generalidad.

Oriol Pujol, señala a los suyos la ruta para "huir de las aguas podridas que ahogan Catalunya". ¿Estaría pensando en disolver CiU por implantar la corrupción transversal, foco de la mayor podredumbre de Cataluña?
Oriol Pujol es hijo de Marta Ferrusola, una empresaria surgida de las influencias políticas y de las ayudas públicas de la Generalidad, que representa al nacionalismo más radical, al nacionalismo más paleto, caracterizada por una sucesión de groserías en las recepciones a las que acudía como consorte del presidente de la Generalidad.

Oriol Pujol, hijo de ambos personajes. De ese pujolismo conserva –como dice Alfonso Ussía- “un cínico mercadeo de adhesiones y deserciones, de abrazos y distancias, de besos y patadas en el culo a España, que terminaron por elevar el nacionalismo catalán a la categoría de sistema”. Oriol Pujol pertenece, pues, a un entorno que suele verse envuelto en todo aquello que compendia el Código Penal en su Libro II sobre delitos y penas.

¿Qué pensarán muchos catalanes al ver, oficialmente, convertida Convergencia en la Cosa Nostra de la familia Pujol? ¿Qué pensaran los afiliados de base y votantes de CDC que no están por el tema soberanista y otros sucedáneos? ¿Qué pensaría el empresario tejano Jhon Rosillo, amigo de ese clan familiar, condenado por su implicación en los escándalos de construcción y especulación de la Villa Olímpica barcelonesa, huido y dispuesto a declarar ante la fiscalía española sobre los mismos; pero, que no pudo hacerlo al aparecer, casualmente, muerto en una habitación del Hotel Ambassador de Ciudad de Panamá?

¿Qué pensará el moderado Duran Lleida de sus socios de coalición? ¿Estarán, también, por la deriva independentista como estrategia de la coalición? ¿Será capaz CiU de recuperar el “seny” perdido entre tanta amenaza y victimismo? ¿Será capaz Artur Mas de ordenar la deriva soberanista o la utilizará para justificar el batacazo económico que su gestión supone para Cataluña?

Artur Mas: abrazos, aplausos y amenazas

Artur Mas, que sustituirá en la presidencia de CDC a un Jordi Pujol convertido en presidente-fundador, ha devenido en un trilero que juega, de farol, con la bolita y los tres vasitos para que los incautos de la sala apuesten en la creencia de que acertarán y ganarán. Sin hablar de independencia se planteó que “si existieran los Estados Unidos de Europa, Cataluña sería Massachussets, un estado desarrollado y con capacidad de inversión”.

Artur Mas se funde en un abrazo con el recién coronado como Pujol II

En el Congreso, los de Artur Mas concretaron sus reivindicaciones bajo la forma de amenazas:
• Ley de consultas catalanas, aunque saben que solamente servirá para preguntar a los ciudadanos cuestiones de la competencia exclusiva de la generalidad y, siempre y cuando no sean por vía de referéndum. La ley de consulta no admitiría preguntas, por ejemplo, sobre el Pacto Fiscal.
• Pacto fiscal, por no decir concierto económico. Este tema, lo ve CDC como un filón inagotable, ya que la desinformación que padece parte de la sociedad catalana sobre el tema de la recaudación y la imputación real de lo recaudado en Cataluña, les induce a creer en ese expolio fiscal que jadean los nacionalistas.
• Adelanto electoral para recabar apoyos para convocar un referéndum sobre el pacto fiscal.
• Creación de una Hacienda propia al margen de España.
• Ruptura con el PP para tratar de conseguir el Pacto Fiscal y ofrecer una imagen distanciada del PP a tres días de la huelga general contra la reforma laboral que ella misma votó. Poco importa que los presupuestos de la Generalidad los haya podido sacar adelante con el apoyo del PP o que hayan pactado en la Corporación Catalana de Mitjans Audiovisuals.


Sin duda, estos últimos treinta años muestran cómo algunos catalanes gustan de sentirse engañados por otros catalanes y esperan que los no catalanes les den mucho más que lo que ellos están dispuestos a dar. Pero, la realidad no tiene nada de ese ilusionismo infantil. El batacazo comienza a ser de tal calado que, incluso el Instituto de Estadística de Cataluña, habla de contracción de golpe del PIB catalán a consecuencia del desplome de la actividad industrial y de la desaceleración de la rama de los servicios, que muestra la caída de la demanda interna y un brutal descenso de las importaciones que permite mantener en positivo el saldo exterior, aún a pesar de la desaceleración de las ventas hacia los principales países de la Unión Europea.

Es justo reconocer que la herencia recibida del tripartito (PSC-ERC-ICV) y el intervencionismo propio de CiU en el ajuste del sector público hacen que la tasa interanual del PIB convierta a Cataluña en la primera comunidad autónoma que registra un doble decrecimiento.

Una Cataluña que, tras treinta años de gobiernos nacionalistas, está fuertemente subvencionada, y que deberá aprender a conjugar verbos como ajustar, recortar, reducir, eliminar, extinguir, fusionar, vender…manteniendo la solidaridad como premisa indispensable.

La corrupción, el pal de paller del pujolismo

El Pujolismo tejió una maraña de irregularidades y empresas publicas, sociedades mixtas o de empresas privadas subvencionados hasta la cabeza, sobresueldos y salarios astronómicos para los suyos, indemnizaciones millonarias y miles de facturas falsas para gratificar a sus políticos y cargos de confianza. Un colapso financiero propio, exclusivamente imputable a un nacionalismo, que ha dejado sin liquidez alguna a las administraciones e instituciones públicas catalanas. Incluso, el sancta santorum del catalanismo, el Liceo, no se ha salvado de la quema.

Ni una palabra a la corrupción transversal impuesta por el pujolismo desde sus comienzos de gobiernos allá por los años ochenta. Una corrupción transversal que delata con plena claridad a CDC, al PSC, a UDC, ERC e ICV; es decir, aquellos partidos que han dispuesto de poder en la autonomía catalana. Una corrupción transversal que el semigratuito La Vanguardia se ha encargado de santificar, creando la imagen de un “oasis catalán” que tapa cualquier práctica deleznable como la del 3% de comisiones a los partidos de gobierno para poder operar empresarialmente en Cataluña. Cohechos, convolutos, corruptelas, desmanes, financiación ilegal de partidos, prevaricación, sobornos de una casta parasitaria instalada en el latrocinio institucionalizado con sus puntas de iceberg de las tramas urbanísticas con planes generales y con una extensa red de caciques locales, que, a veces caen, en detenciones espectaculares y macrojuicios televisivos.

A lo largo de más de treinta años, el nacionalismo catalán ha tejido su red clientelar con tantas dependencias e intereses que han conformado una telaraña imposible de destejer, salvo con un buen tajo. A nivel electoral, la corrupción siempre puede más que los deseos de regeneración de una sociedad. Amiguismo, corruptelas, ayudas y subvenciones de todo tipo y pobreza constituyen el entorno de la corrupción, el espacio natural en el que se mueve el caciquismo.

El Pujolismo siempre ha sido una máquina de aplaudir sus propias gracias. Vean a Oriol Pujol en actitud beatífica


Manifiesta el Congreso que “Queremos legar una Cataluña libre, justa e independiente que ocupe un espacio propio, con voz propia en el siglo XXI”. El nacionalismo ha tenido treinta años, más de treinta años de poder absoluto, un poder necesariamente corrupto y corruptor, y, todavía hablan de “libre, justa e independiente”. ¿Qué han hecho, pues, CDC y sus secuaces, y sus coaligados y el resto de comparsas en todos estos años?

Libre ¿para qué? Para qué los jóvenes bárbaros nacionalistas amenacen, agredan, insulten a las personas contrarias a sus delirios; boicoteen a quienes pretendan ejercer su libertad en Universidades, centros de enseñanza; impidan dar conferencias o realizar cualquier acto público.

Libre ¿para qué? Para qué el maestro-comisario político, tal y como se denunció en el Parlamento de Cataluña, pueda colocar pegatinas rojas sobre los niños que, en el recreo, cometan el delito de expresarse en español.

Libre ¿para qué? ¿Para que una elite de la policía autonómica investigue al adversario político?, o ¿para que se impida a la policía autonómica investigar otras cuestiones tan vitales como la corrupción transversal que sufre Cataluña, tal y como vienen denunciando sus sindicatos policiales? ¿Libre para que sean los propios policías quienes se costeen los chalecos antibalas que les han de proteger de la acción criminal de la delincuencia organizada y de la delincuencia común?

Justa ¿para qué? ¿Para que campeen a sus anchas todos los clanes familiares y mafiosos que dominan buena parte de los aparatos de los partidos políticos, y que condicionan a su favor la acción de la justicia, y que, cuando ésta falla en contra de la delincuencia política, obtengan el correspondiente y perceptivo indulto?

Justa ¿para qué? ¿Para incumplir una tras otra todas las sentencias de los Tribunales que son desfavorables a los intereses del nacionalismo catalán?

Independiente ¿para qué? ¿Para que el nacionalismo catalán someta Cataluña a las exigencias de los intereses norteamericanos? ¿Para que el nacionalismo catalán pueda hacer entrega de Cataluña a los intereses estratégicos e imperialistas del mundo árabe? ¿Para que los dirigentes nacionalistas no tengan ningún tipo de cortapisa para seguir realizando sus desmanes a plena luz del día y evitar hacerlo a escondidas, tal y como lo vienen realizando ahora?

Para eso, y no para otras cosas, Jordi Pujol llama a los nacionalistas a preparase para librar una batalla épica contra el Estado. Esencialmente, para justificar que la comunidad más rica es la peor administrada de las diecisiete, que se pierde hasta límites increíbles en asuntos menores que se utilizan como señuelos para despistar a la ciudadanía. Y esto lo dice en el ocaso de su vida, ese irresponsable que siempre ha sido Jordi Pujol que, parapetándose en la política, se ha ido librando de todos los escándalos de corrupción y estafas en los que se vio envuelto a lo largo de su vida.

Pujol y su clan político nunca han querido control alguno. Saben que si los únicos controles radican en Cataluña su dominio será indefinido e irrevocable, acostumbrados como están a operar con manifiesta impunidad. Saben que los únicos controles que funcionan en Cataluña son los del Estado y eso no lo pueden consentir. Así, es de sencillo el asunto.

Repasen señores la historia de Banca Catalana y los BOE del año 1959, explican muchas cosas de la actualidad inmediata. Al tiempo, vigilen sus carteras con esta gente. Como me dijo en 1995 un ex diputado de CDC: "no sabes Julio la gente que está subiendo en todos los partidos, no tienen valores de ningún tipo y desconocen toda ética". Ciertamente, ¡lo clavó!

Quizás, a Oriol Pujol le traicionó el subconsciente cuando dibujó la ruta de CDC “para huir de las aguas podridas que ahogan a Cataluña”. Para un buen número de catalanes, esas aguas podridas la representan la Cosa Nostra catalana, los clanes y organizaciones que la apoyan.
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25/3/12

Dos años programando la huelga general

¡Qué buenas son las madres ursulinas, que buenas son que nos llevan de excursión! Excursiones diversas durante dos años para confluir sus trayectos en una huelga general.

Vivimos momentos de consignas para instar a la movilización mediante el visceralismo y la elusión de cualquier análisis serio sobre una difícil situación.

Méndez y Fernández Toxo se proclaman maestros de ceremonias de una huelga general que no ilusiona a nadie

Descansaron en los años en que el déficit creció como nunca lo había hecho en los últimos ciento cincuenta años, que son los años de los que se disponen datos para realizar una evaluación. En el año 1996, su casi siete por ciento levantó los pelos a más de un analista internacional, los más de diez por ciento de los años 2008, 2009, 2010, y los nefastos datos de 2011 del 8,51 por ciento causaron y causan pavor en toda Europa y en el resto de las economías occidentales. Es el suicidio o el sacrificio inmolador para, al menos, una generación que habrá de correr con los gastos de la juerga del socialismo de Rodríguez Zapatero y de sus compinches, que siguen enfrascados en que se ha de mantener o acrecentar el gasto público.


Fijémonos en las fechas de la mayoría de leyes y decretos laborales. Fijémonos en las gráficas del paro y en las de cotizantes a la seguridad social. Eso rompe muchos mitos de izquierdas y de sindicalismos benéficos.

La huelga general se decretó en el verano de 2010, cuando el PP no había asumido ni la mayoría de los ayuntamientos ni comunidades autónomas, ni había ganado las elecciones generales. Ni se había montado el fenómeno del 15-M, verdadero experimento sociológico de fundaciones neoliberales en todo el mundo y que aquí contaron con las comparsas de socialistas y de izquierda unida, y de todo el radicalismo pequeño burgués de hijos de papas. Y, por supuesto, no se había aprobado Ley alguna de Reforma Laboral. Un 15-M repudiado por CCOO, UGT y Cayo Lara hace un mes y que, ahora, es cortejado por esos mismos desesperados personajes preocupados por el fracaso de una huelga general, que no está en el debate social de la calle.

En septiembre de 2010, Belén Barreiro, directora del CIS, se niega a manipular aún más los datos de esta institución y María Teresa Fernández de la Vega, la fulmina. La hecatombe prevista por el CIS es de tal tamaño que se ponen mano a la obra para minimizarla. El 20 de octubre de 2010, Rodríguez Zapatero remodela su gobierno y desde entonces la escalada de protesta en la calle va engrasando la máquina contra el futuro gobierno. Saben que se van y quieren perder por lo menos posible, y esperan volver con la agitación en la calle. Durante más de un año, Méndez y Fernández Toxo boicotearán toda negociación. Y, mientras, el país se va de vareta.

En ese viaje a la quiebra de España, los políticos y los chorizos que les han acompañado en la travesía van siendo acusados de prevaricación, de cohecho, de fraude discal, de tráfico de influencias. Los juicios se van convirtiendo en un espectáculo y por las salas de justicia van pasando ministros, generales y gobernadores de banco en el primer combate de Aznar contra la corrupción y de su promesa de regenerar la vida política, pero, como núcleo de un sistema consensuado entre los partidos, la corrupción se sobrepondrá a cualquier promesa regeneradora.

En esa búsqueda de entrar en la mitología, los políticos creen crecerse en los diluvios, creen que soportaran las pestes, las hogueras y la tristeza de su proceder ladrón Para Nietzsche, “¡Los españoles!, esos hombres quieren ser demasiado”.

Los últimos premios Nobel, Sargent y Sims, describen la crisis española con la metáfora del caos y describen su tormenta perfecta: recesión, paro y corrupción. Todos confían en el Anticiclón en pleno invierno y en escasas tormentas. Confían en que no lloverá y nadie recoge los enseres, que dejan al pairo para evitarse ese trabajo. Los políticos confunden la ventisca porque ellos mismos son la tempestad y, ahora, se trata de quemar la calle para que siga el tranquilo desorden.

Los ingresos caen, pero la presión permanente en la calle se acrecienta en el intento de llegar a la huelga general. Como dijera Largo Caballero, había que ganar el poder. Primero mediante las urnas, luego en la calle. El ejercicio del matonismo es una tendencia regresiva, pero fundamental y complementaria a la estrategia leninista de denigrar hasta aniquilar. Concentraciones ante los domicilios de alcaldes (Valencia), presidentes de CCAA (Madrid) y un largo etcétera antes de llegar al intento de agresión. No obstante, buena parte de los altos cargos impuestos por el PSOE continúan ejerciendo su actividad en gobiernos del PP.

¿Cuánto tiempo se necesitará para que la gente aprenda a pensar por sí mismos, sin depender de las consignas de ningún comité central?

Si unos sindicatos se movilizaron contra el pensionazo de Rodríguez Zapatero, el sindicalismo de clase se encontraba desaparecido. Si asociaciones de parados se movilizan contra el paro, el sindicalismo de clase prefiere acudir, el mismo día y a la misma hora, a rendir pleitesía al juez prevaricador por excelencia. Y en esa estamos los trabajadores, que si Pérez Rubalcaba y Cayo Lara quieren peces que se mojen el culo, y sus compinches dejen de robar, y nos dejen a los trabajadores en paz.

La huelga general del 29-M, al margen de la guerra de cifras que comportará, puede representar la fosa del mal llamado sindicalismo de clase, el de los piquetes informativos que no tiene ningún futuro. Ese sindicalismo de quienes decretan una huelga y no tienen nada que ver con los trabajadores llamados a ejecutarla. Unos trabajadores que perderán el sueldo, y posiblemente el puesto de trabajo, para mantener a una dirigencia sindical que no tiene nada que perder y que sólo piensa en mantener su puesto directivo y el sueldo que ello representa (más de cinco veces el de un sueldo de técnico por oposición de cualquier administración pública y con muchos años de servicios y de trienios acumulados).

La función sindical Sí que tiene futuro; pero, la de un sindicalismo que sepa qué es una empresa, que sepa qué es un país, que sepa qué es un trabajador, que sepa qué piensan realmente los trabajadores de hoy en día. Un sindicalismo sin liberados, sindicatos de trabajadores sostenidos por sus afiliados y con Caja de Resistencia y Solidaridad. Tal y como ya tienen algunos sindicatos en este país. Un sindicalismo en el que sus afiliados puedan decidir si convocan huelga, o no la apoyan, sin amenazas ni matonismo de ningún tipo. Un sindicalismo que forme a sus afiliados sin depender de los recursos de Fundaciones tripartitas ni del Estado. Como ocurre con la mayoría de los sindicatos libres, no dependientes, del mundo.

Y créanme que es para acabar hasta el moño por la falta de miras y del sectarismo del denominado sindicalismo de clase, que no tiene otra cosa más que aquella que se merece.
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9/3/12

Voladura controlada del ICS. (II) Las razones de los desamortizadores

De las leyes que facilitan la voladura controlada del ICS podemos extraer una serie de razones y principios. Para tratar de encontrar una solución a los problemas previamente creados por ellos mismos, el tripartito decidió crear una empresa pública, lo que permite ahora a Artur Mas derribar los restos asistenciales sanitarios del sistema de seguridad social.

Josep Prat Domenech, el pluriempleadísimo presidente del ICS, en funciones de gran maestre desamortizador

Para justificar esta estrategia que estableciera el tripartito, Artur Mas y sus mariachis alegan que el ICS, como institución sanitaria, ha de “normalizarse” para encontrar su espacio dentro de la realidad institucional de Cataluña, ampliando la visión de entidad gestora de la Seguridad Social. Con esta finalidad, una ley base creaba la empresa pública, le dotaba de personalidad propia adscrita a la Generalitat de Cataluña y le permitía desarrollar unos estatutos para encontrar solución a los problemas que preocupaban, en exceso, a los políticos de los últimos gobiernos de Cataluña.


Por definición, para alcanzar el objetivo de mejora de la eficiencia y de incorporación de criterios empresariales se adopta una solución jurídico-organizativa que debiera responder a los principios de autonomía de gestión y de descentralización que adornarían la nueva imagen del ICS.

El tripartito impulsó el Consejo de Administración del ICS como órgano de dirección, concediéndole amplia responsabilidad y competencia para la fijación de grandes objetivos, para aprobar el contrato programa y para rendir cuentas. Asesorado por consultoras de ésas que pasan millonarias facturas por sus servicios, el gobierno de CiU tratará de cambiar el modelo de recursos humanos y el de funcionamiento económico, que resumirá en tesorería propia, en control financiero permanente en lugar de control previo, en patrimonio propio y en formalización de créditos dentro de los límites establecidos por la Generalitat.

Los costosísimos consultores auspiciaron una re-ingeniería global del ICS, que redefinía el papel del centro corporativo, y que pretendía modernizar la organización simplificando procesos y sistemas. En esa gobernanza del ICS, el departamento de Salud desarrollaría la estrategia presupuestaria, las políticas transversales de salud y la cartera de servicios. Asimismo mantendría competencias esenciales como el modelo económico y de recursos humanos, los servicios compartidos y el marco general para la elaboración de reglamentos de estructura y de funcionamiento de las unidades de gestión.

En la sesión del Consejo de Administración del 23 de febrero último, la que consumaba la fragmentación del ICS, se mantuvo un “debat ric”, así calificado por el director gerente del ICS, Joaquim Casanovas Lax. Una “reformulació” del ICS que, conforme al guión escrito, se aprobaría con el voto en contra de CCOO y la ausencia del representante de MC.

Joaquim Casasnovas Lax, el ejecutor de las órdenes desamortizadoras

El 24 de febrero de 2012, el director gerente del ICS, Joaquim Casanovas, se dirigía a todo el personal para explicarles que con los principios de máxima autonomía de gestión de los centros, de participación y corresponsabilización del profesional en la gestión y en la toma de decisiones, se haría una empresa pública eficiente y sostenible, descentralizada, que se adaptaría más al modelo sanitario catalán. Un modelo descentralizado con los mecanismos públicos necesarios para acercar la gestión al territorio, para facilitar alianzas estratégicas con el resto de centros de salud de cada región sanitaria; pero, que deberá mantener centralizados los sistemas de información, la logística, los servicios de apoyo o las políticas de inversiones para obtener economías de escala y otros elementos que aporten valor al conjunto. Un modelo que garantizaría la transparencia, el control financiero y la equidad de los servicios.

Los dirigentes del departamento aducen que los actuales costes del ICS no le permiten avanzar al unísono con el resto de las empresas del sector sanitario catalán. Sin esa adaptación gradual, el ICS perdería, a largo plazo, su liderazgo y su peso específico dentro del sistema. Insisten que con su “Reformulació”, el ICS sería más útil a la sociedad a la que sirve. Con esa intención y con el visto bueno del Consejo de Administración, el ICS creará nuevas sociedades filiales en el último trimestre del 2012. Así, el Hospital Arnau de Vilanova de Lérida y 26 equipos de atención primaria de la región de Gerona tendrán personalidad jurídica propia, y autonomía de gestión, para cepillarse el 8% del presupuesto total del ICS.

En ese tránsito de organismo administrativo a holding de centros hospitalarios y de agrupaciones de equipos de atención primaria descentralizados, el director del ICS garantiza que, en ningún caso, se privatizará ni se fragmentará, sino que su objetivo será atender a las personas con continuidad e integración.

¿Se preguntarán los pacientes de tiempos futuros, quiénes componían el histórico Consejo de la inmolación del ICS? Por si las moscas, he aquí sus nombres:

De acuerdo con los datos del Portal ICS, éstos son los personajes que inmolaron la institución sanitaria

Es decir, representantes de consejerías de la Generalitat, del Catsalut, de partidos políticos del parlamento, de sindicatos y que tienen cargos como éstos:
• President del Consell d'Administració de l'ICS
• Secretari del Consell d'Administració de l'ICS
• Director general de la Fundació Biblioteca Josep Laporte
• Representant de Metges de Catalunya ICS - Secretari general de Metges de Catalunya
• Directora general de l'ICASS del Departament de Benestar Social i Familia
• Secretari general d'Empresa i Ocupació
• Vicepresident del Col•legi de Farmacèutics de Barcelona
• Secretari d'Estratègia i Coordinació del Departament de Salut
• Gerent d’Empreses Públiques i Consorcis del Departament de Salut
• Director general de Patrimoni del Departament d'Economia i Coneixement
• Secretari general del Departament de Justícia
• Representant de CCOO de Catalunya. Vocal del Consell de la Professió Mèdica
• Rector de la Universitat de Lleida
• Director general de Coordinació Interdepartamental del Departament de la Presidencia
• Directora de l'Equip d'Atenció Primària Salou
• Alcalde d'Amposta – SAGESSA
• Representant del sindicat Comisions Obreres de Catalunya-ICS
• Directora general de la Inspecció de Treball del Departament d'Empresa i Ocupació
• Secretària d'Administració i Funció Pública del Departament de Governació i Relacions Institucionals
• Representant d’UGT-ICS -Secretària d'Igualtat i Polítiques Socials de la UGT de Catalunya
• Secretaria general del Departament de Salut
• Director general de Relacions Laborals i Qualitat en el Treball del Departament d’Empresa i Ocupació
• Membre del Comitè Executiu de l'ACM
• Representant d’UGT de Catalunya. Secretari general d'Interior.
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7/3/12

Voladura controlada del ICS. (I) Fundamentos desamortizadores


La gestión ideológica implantada por el primer pujolismo se ha ido arrastrando por los sucesivos gobiernos de la Generalidad hasta alcanzar parámetros de autentica locura. En esta se está en la Cataluña de febrero de 2012, y, muy especialmente, en la tarde del día 23 en la que el Consejo de Administración del Instituto Catalán de la Salud aprobó la inmolación de esta institución en beneficio de los intereses estratégicos de los grupos de presión catalanes.
Sede del ICS en Barcelona, en la confluencia de Balmes con Gran Vía, lugar emblemático donde su Consejo de Administración decidió fragmentarlo

La excusa expresada por el govern d’Artur Mas era dar cumplimiento a los principios fijados por la Ley 8/2007, de 30 de julio, del Instituto Catalán de la Salud, aprobada con el consenso de todos los grupos parlamentarios y desplegada muy parcialmente hasta ese momento.


Se trataba, pues, de desarrollar una ley propuesta por el gobierno tripartito del PSC, de Maragall y de Montilla, de ERC y de ICV. Los mismos que, ahora, de forma farisea se rasgan las vestiduras y usan la calle como protesta porque otros se están encargando de cumplir los designios de sus tiempos de gobierno. En la trastienda de algunas asociaciones de defensa de la Sanidad Pública, esas que hacen campaña en contra de la fragmentación del ICS y de las que protestan a todas horas se encuentran personajes como Marina Geli y toda su cohorte de cínicas y cínicos, de aprovechateguis integrales.

Ese proceso, eufemísticamente llamado de modernización, del Instituto Catalán de la Salud se justifica en base a que "La Ley de modernización del ICS permitirá nuevas soluciones asistenciales y organizativas dirigidas a incrementar el grado de eficiencia del sistema sanitario público de Cataluña e incorporar criterios de gestión empresarial basados en la desburocratización, la flexibilización de la gestión económica y la descentralización de la toma de decisiones de sus centros y servicios".

Los responsables de aquella época determinaron que "La ley del Instituto Catalán de la Salud es una necesidad histórica" y que “El Instituto Catalán de la Salud debe estar perfectamente alineado con el Departamento y el Servicio Catalán de la Salud”.

Ahora, aquellos que dieron apoyo al tripartito y a su ley de modernización del ICS hablan de “golpe de estado sanitario”, ya que dicen “No estamos ante un despliegue de la ley 8/2007, sino de una modificación de los aspectos que más limitaban el propósito de la fragmentación. Unas modificaciones que harán posible que los centros y servicios del ICS adopten una personalidad jurídica diferente del ICS, rompiendo así la unidad jurídica del ente público y, sobre todo, que se haga actividad privada en los centros del ICS”.

Un proveedor de servicios llamado ICS

Con más de 35.000 profesionales, con 8 hospitales y 271 Centros de Salud, el ICS es la principal institución pública de Cataluña que realiza más de 50 millones de actos asistenciales al año y que cuenta con dos grandes divisiones asistenciales: la de Atención Primaria y la Hospitalaria. Esta institución se adscribe al Departamento de Salud y su presupuesto es aprobado anualmente por el Parlamento de Cataluña.

Complejo Hospitalario del Valle Hebrón, en Barcelona, que concentra buena parte de los trabajadores del ICS

Se trata de convertir los centros del ICS en un integrante más de la Red de Hospitales de Utilización Pública (XHUP), “normalizarlos” para establecer la misma relación contractual de este tipo de centros con el CatSalut (Servicio Catalán de la Salud).

La del ICS ha sido una breve historia que se inicia en 1981 con la transferencia de las competencias de Sanidad a Cataluña en lo que respecta a centros y servicios sanitarios y sociales. La Generalidad gestiona las competencias del INSALUD, y en el período de 1981 a 1983 se iniciará la gestión y despliegue del mapa sanitario de Cataluña con la acreditación de centros y con la primera orden de conciertos. Un breve período de tiempo que permitirá a la Generalidad endeudarse hasta los límites insospechados, a no controlar los procesos de Incapacidad Laboral Transitoria “porque eso lo pagan desde Madrid”, a no controlar el gasto farmacéutico “porque la mayoría de los laboratorios están en Cataluña”.

Será en 1983 cuando se crea el ICS como entidad gestora de las prestaciones y los servicios sanitarios de la seguridad social. Establecida la base del modelo, entre 1983 y 1989, se crea la red hospitalaria de utilización pública, se inicia la reforma de la atención primaria, se reordena la atención hospitalaria y se descentraliza la gestión. Entre 1989 y1991, con la creación de la Dirección General de Recursos Económicos de la Seguredad Social (DGRESS), se inicia la separación de la financiación y la provisión. La aprobación de la LOSC en 1991, abrirá hasta el 2005 el proceso que conducirá a la elaboración de la Ley de Modernización del ICS.

La Ley 14/1986, de 25 de abril, general de sanidad, establecía en su art. 1.2 el derecho a la asistencia sanitaria de «todos los españoles y los ciudadanos extranjeros que tengan establecida su residencia en el territorio nacional», y, en su art. 3.2, añadía que «la asistencia sanitaria pública se extenderá a toda la población española» y que «el acceso y las prestaciones sanitarias se realizarán en condiciones de igualdad efectiva».

A partir de la asistencia sanitaria del sistema de seguridad social se avanzaba en la universalización de la cobertura pública, extendiendo progresivamente su ámbito de aplicación. Así, el real decreto 1088/1989, de 8 de septiembre, la extendía a las personas sin recursos económicos suficientes configurándola como una prestación no contributiva. En Cataluña, el Decreto 55/1990, de 5 de marzo, y con el Decreto 178/1991, de 30 de julio, universalizaron la asistencia sanitaria pública. Tras la creación del Servicio Catalán de la Salud, a este ente le quedaría asignado el cometido de proveer la asistencia sanitaria de cobertura pública en Cataluña.

La Ley orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social –modificada por las leyes orgánicas 8/2000, de 22 de diciembre; 14/2003, de 20 de noviembre, y 2/2009, de 11 de diciembre– establecía, en su art. 12.1, que los extranjeros inscritos en el padrón del municipio en el que tengan su domicilio habitual tienen derecho a la asistencia sanitaria en las mismas condiciones que los españoles. Para los nacionales de estados miembros de la Unión Europea tienen los derechos resultantes del derecho comunitario europeo y los que resulten de aplicación de los tratados y convenios suscritos por el Estado español. Los nacionales de estados no pertenecientes a la Unión Europea que tienen los derechos que les reconozcan las leyes, los tratados y convenios suscritos.

En los apartados siguientes de dicho artículo 12 de la Ley orgánica 4/2000, se añadía que para los extranjeros que se encuentre en el Estado españoles establecen expresamente los siguientes derechos:
• a la asistencia sanitaria pública de urgencia por enfermedad grave o accidente, cualquiera que sea su causa, y a la continuidad de dicha atención hasta la situación de alta médica, independientemente de que estén inscritos en el padrón,
• a la asistencia sanitaria en las mismas condiciones que los españoles para los menores de dieciocho años,
• a la asistencia sanitaria durante el embarazo, el parto y el postparto para las mujeres extranjeras embarazadas.

La Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, en su art. 3, reafirmaba el principio de universalización de la asistencia sanitaria para todos los españoles y extranjeros en territorio nacional.

Por último, el art. 23 del Estatuto de autonomía de Cataluña establecía que «todas las personas tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad y gratuidad a los servicios sanitarios de responsabilidad pública, en los términos que se establecen por ley». Asimismo, el artículo 37.3 del Estatuto disponía que la regulación esencial y el desarrollo directo de los derechos reconocidos por los capítulos I, II y III del título I, entre los que se incluye el derecho regulado por el artículo 23, debe realizarse por ley del Parlamento.
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