25/1/13

Rumores y perspectiva sanitaria ante los Juegos del Mediterráneo 2017

A mediados de agosto pasado, fuentes oficiosas del municipio informaron de la bronca, a finales del mes anterior, entre un representante del ICS y otro de la Fundación Santa Tecla en el marco del Plan de Salud. Los motivos de la misma se han ido clarificando en los meses posteriores. Como en el viejo Oeste, andaba en juego el dominio del territorio.


El río Francolí marca el límite a la expansión de los grupos sanitarios de Sagessa y Santa Tecla El cauce del río es la línea de su entente cordiale

Plan de Salud, aprobación del POUM de Tarragona, Reformulación del ICS y nuevo modelo de gestión son los elementos que determinarán la actividad sanitaria de las próximas décadas en la ciudad y en la provincia de Tarragona. De ahí, provienen sin duda los cambios de gestores que se producirán en el ICS a partir del día 1 de febrero de 2013.

No en vano una política de salud se articula sobre cinco ejes estratégicos. Helos aquí. El compromiso intersectorial de las condiciones materiales de vida (trabajo, educación, vivienda, urbanismo y cultura); las acciones comunitarias sobre entornos y herramientas de salud (promoción y prevención); los servicios de salud de calidad (prevención, asistencia sanitaria y sociosanitaria, rehabilitación, atención y apoyo al final de la vida); los profesionales y su relación con la ciudadanía; y el papel de la ciudadanía ante el derecho a la salud y la responsabilidad sobre la salud propia.

En esa estrategia, a partir del día 1 de febrero de 2013, se irán produciendo idas y venidas entre viejos conocidos a un lado y otro del Francolí. El río Francolí actuará de frontera en el nuevo reparto del pastel sanitario en la provincia de Tarragona. El Francolí se parecerá más a aquel viejo río del Oeste, el Pecos, que delimitaba el territorio entre agricultores y ganaderos. En nuestro caso, el grupo Sagessa quedaría como amo del Sur y el grupo Santa Tecla pondría sus reales en el Norte.

Un previsible movimiento de sillones que ha impelido a algunas personas a resituarse en los últimos días. En la atención primaria, por ejemplo, algunas personas se han ido situando en nuevos emplazamientos a fin de que no les afecte el oleaje de los cambios.

En los mentideros sanitarios de Cataluña, Xavier Oliach se perfila como nuevo gerente territorial del ICS y al antiguo titular, el Dr. Julio García Prieto, se le sitúa al frente del grupo que dominaría el Sur sanitario de la provincia de Tarragona, SAGESSA.

Con el Plan de salud se habilita la revisión de los servicios de referencia actuales y su traslado a otros centros sanitarios. Se faculta el traslado paulatino de las especialidades que todavía conserva el ICS. Se abre el período de acuerdos con entidades privadas para utilizar los centros construidos con dinero público. Las entidades privadas podrán realizar sus intervenciones quirúrgicas en centros públicos. En otras provincias, las entidades y mutuas privadas disponen de sus propios centros sanitarios, donde los profesionales que constituyen su cuadro médico atienden a sus pacientes y asegurados.

Con el nuevo POUM, se construirá en la ciudad de Tarragona una nueva zona que prevé una población de unos 40.000 habitantes. La zona, precisamente, donde Santa Tecla dispone de los terrenos para emplazar, en una primera fase, el nuevo Hospital General de Tarragona, que habrá de absorber a los otros hospitales de la ciudad. Un nuevo complejo sanitario que irá concluyendo sus diversas fases de acuerdo con las disponibilidades crediticias y de fondos públicos y privados que pueda captar. Un nuevo centro de referencia en una ciudad que puede alcanzar la cifra de 185.000 habitantes.

En estos tiempos de profunda austeridad, ¿Pretenderán construir otro mastodonte como el nuevo Hospital de Sant Joan de Reus cuya ejecución ha supuesto un desvío presupuestario incalculable?

Un nuevo Hospital General que deberá estar terminado y en funcionamiento en el momento de la inauguración de los Juegos del Mediterráneo de 2017 de Tarragona. Así que urge construir, así que urge liquidar estructuras sanitarias como las del Hospital Joan XXIII, hospital de referencia de la provincia. La construcción del nuevo hospital implicará el desarrollo urbanístico de una nueva zona de la capital, y eso supone especulación pura y dura, y pingues beneficios para los viejos caciques de la ciudad y sus aledaños.

Con la reformulación del ICS, es decir con su dispersión en decenas de empresillas, y el nuevo modelo de gestión, parte de las infraestructuras se abrirán al uso de las entidades privadas y de las mutuas sanitarias, se habilitarán camas para los ingresos de los pacientes de las mutuas privadas, se usarán quirófanos para las intervenciones de esos pacientes. Por tanto, parte del dinero público se deslizará hacia otros destinos y la sanidad pública, al contar con menos recursos, irá degradando sus servicios y sus centros asistenciales.

Se abre un período de tiempo en el que los centros deberán acogerse a tres vías de ingresos: los fondos públicos; los acuerdos y convenios con entidades y mutuas; y la práctica de la medicina privada pura y dura. Sin duda, son momentos que favorecen a la patronal privada sanitaria para que pueda pactar precios a la baja con las entidades que accedan a acoger y tratar a sus pacientes.

Son momentos en los que la transparencia se hace más necesaria que nunca y en los que los controles se han de incrementar para evitar tentaciones y otros males mayores, para conseguir que esto no acabe como en el viejo Oeste con duelos como los de OK Corral.

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