14/10/12

La corrupción, el sempiterno problema de Cataluña

De no ser por algunos medios de comunicación, poca gente se enteraría en Cataluña de los miles de casos de corrupción generados por los atropellos mafiosos en la esfera privada, o por una gestión pública al margen de la legalidad, o que bordea ésta, cuando menos, con actuaciones inmorales. Son casos específicos; pero, en cada uno de ellos quedan implicadas decenas de personas. Personas que se parapetan tras las siglas de partidos políticos que han controlado la Generalidad en sus diferentes etapas. Personas que se esconden tras los nombres de fundaciones, de asociaciones, de instituciones y de entidades de todo tipo. Una telaraña que abarca presuntos delitos de malversación de caudales públicos, fraude, tráfico de influencias, prevaricación y falsedad documental. Una telaraña que envuelve a sagas familiares del nacionalismo catalán y que utiliza a determinados sectores de la administración de Justicia.

El caso Pretoria es un buen ejemplo de la corrupción transversal en Cataluña. Detenciones de Alavedra, de Prenafeta, del alcalde de Santa Coloma de Gramenet. Registros judiciales de domicilio y Ayuntamientos, como el de Llavanares (Barcelona), etc.

En el informativo Manostijeras y Apandadores, lo hemos repetido hasta la saciedad: el problema de Cataluña es la corrupción transversal, orquestada desde los clanes nacionalistas que avasallan y se imponen sobre el común de las personas residentes en ella, a través de los militantes y de los parientes de dichos grupos. Cual tormenta de verano irrumpen los casos y, a las pocas horas, éstos se disipan entre los silencios cómplices de imputados, testigos y de quienes debieran ejercer la oposición a tales desmanes. Investigaciones, diligencias, declaraciones, exigencias de explicaciones inmediatas, querellas con el trasfondo de comisiones, de ilegales adjudicaciones de obras, de tramas de financiación ilegal. Miles y miles de folios, de informes de la Sindicatura de Cuentas de Cataluña que describe la práctica habitual del fraccionamiento de los contratos para poder adjudicarlos a dedo. Con ese largo sueño de los Sumarios en los juzgados, la imagen de la Política y de la Justicia se deteriora quam maximis itineribus.

La corrupción preocupa, especialmente, a los miles de afectados que, por activa o por pasiva, sufren, directa o indirectamente, el acoso y la represión como efectos inmediatos. Pensemos que si los corruptos ganan es porque miles de ciudadanos pierden, ya sea por engaños o por estafas, ya sea porque meten la mano hasta el fondo de la Caja del Erario Público y se lo llevan calentito para blanquearlo, para ingresarlo en sus cuentas, para derivarlo hacia Liechtenstein, Suiza o cualquier otro paraíso fiscal.

Una inmensa corrupción que es presentada en Cataluña como de baja intensidad, gracias a la colaboración de unos medios de comunicación ampliamente subvencionados con dinero público. Una inmensa corrupción que implica a la emblemática Cataluña de las 300 familias discretas que mueven los hilos de la política y de la economía catalana. Buenas dosis de delirios de grandeza, cuatro tópicos simples y muchos jijis jajajas, permiten a los clanes crear ese mundo virtual que abduce y sublima a los pardillos que encuentra a su paso. Pero, lejos de esa virtualidad, estos clanes familiares son camaleónicos y arribistas, y se parapetan tras sus testaferros para, llegado el caso, que sean éstos quienes pasen una temporada en la cárcel.

Desde que, en 1959, el BOE publicara una relación de personas que evadían divisas al extranjero, -entre ellos Florenci Pujol, padre de Jordi Pujol, y su principal socio en la Banca Dorca-, la cosa ha continuado in crescendo hasta el momento actual, en que no hay día sin que surja un nuevo episodio de corrupción. Por ello, quienes verdaderamente roban han de desviar la atención de la forma que sea, incluso conjurando palabras como Independencia, para que la tribu la pronuncie como si de una pócima mágica se tratara.

Sin ánimo de extenderme, he aquí algunas bitácoras que se hacen eco de la corrupción imperante en los dominios de los Caciques de Cataluña (CdC).
Barcelona 30 años de corrupción
Corrupciones varias
El blog de Carlos Valle
La Gran Corrupción
Plataforma contra la Corrupción y el Acoso en la Universidad Pública

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