10/3/11

LIBIA, entre la extravagancia de un dictador, la represión y el intervencionismo extranjero

Atrás quedan las emisiones de Radio Moscú, en la que los Soviets ensalzaban la figura de Gadafi, calificándolo de líder revolucionario. No en vano, el coronel Gadafi representaba la الجماهيرية العربية الليبية الشعبية الإشتراكيةﺍﻟﻌﻆﻤﻰ (Al-Yamāhīriyya al-'Arabiyya al-Lībiyya ash-Sha'biyya al-Ishtirākiyya al-'Uzmà). Es decir, la Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular Socialista que tiene por lema Libertad, Socialismo, Unidad, y cuyo himno nacional es Allahu Akbar (Alá es Grande).


Sede que ocupaba el Comité Popular General en Benghazi

La Yamahiriya (Estado de las masas) o República Popular como forma de gobierno, con Muammar al-Gadafi como Líder y Guía de la Revolución, con Mohamed Abdul Quasim al-Zwai como Secretario General del Congreso General Popular, y con un Secretario General del Comité Popular, General Baghdadi Mahmudi. Defensor del panarabismo y del islam, Gaddafi patrocinó acciones terroristas contra países occidentales y principalmente contra objetivos estadounidenses. En 2003 el gobierno libio reconoció la responsabilidad de ciudadanos libios en estos atentados, los entregó a la Justicia Internacional y llegó a acuerdos por los que se comprometía a indemnizar a los familiares de las víctimas de los dos aviones explosionados. Como consecuencia, se levantaron las sanciones que existían sobre el país. Libia participó en la guerra civil del Chad. El régimen de Gadafi ha colaborado con Occidente en la lucha contra el terrorismo internacional.


En la actualidad, el origen de todas las revueltas en el mundo islámico hay que buscarlo, en noviembre de 2010, en el levantamiento del Sahara contra el ocupador marroquí, que llenó las morgues de Al Aiun de cadáveres de saharauis, y entre ellos algunos con DNI español. Pero, ante la represión marroquí, el gobierno de Rodríguez Zapatero no dijo ni esta boca es mía. En las posteriores revueltas del Norte de África, como en la saharaui, están en juego vidas y valores, por ello no se puede actuar con precipitación ni con pusilanimidad, por que son países y personas cansadas de las injerencias de las intervenciones militares humanitarias de todo signo.

Hasta el mes de febrero, los gobiernos de cualquier tipo, le reían las extravagancias al coronel Gadafi. El 24 de junio de 2010, Rodríguez Zapatero lo visitó en su Jaima a las afueras de Trípoli. En 2008, Juan Carlos visitó Libia, y, en el 2003, Aznar, como los anteriores, analizaba las relaciones bilaterales y la evolución de la región con el coronel libio. Igualmente, los regímenes autoritarios de Daniel Ortega, de Hugo Chávez, de Robert Mugabe, etc., le rendían pleitesía. Para Hugo Chávez, advierte que una intervención supondría una catástrofe, ya que Gadafi "es de los hombres que mueren combatiendo" y "si en Libia la guerra civil se convirtiera en una guerra internacional, el petróleo podría sobrepasar los 200 dólares y eso no le conviene a nadie en el mundo". Chávez acusó a Estados Unidos y a Europa de estar enloquecidos por el petróleo libio. Pero el hijo del autócrata libio, Said el Islam Gadafi, rechaza la mediación del venezolano, porque “no hay necesidad de una intervención extranjera” ya que somos capaces de resolver nuestros problemas”, asimismo niega cualquier bombardeo de la población civil.

Muchos personajes españoles y mundiales han reverenciado a Gadafi para obtener alguna prebenda.

El clan de los Gadafi

Los Gadafi constituyen un clan excéntrico que tienen una camarilla de aduladores a quienes se les invitaba a sus fiestas, en las que participaban estrellas mundiales del pop como Beyoncé, Mariah Carey, Nelly Furtado, Usher o 50 Cent, que cobraban un millón de dólares por menos de una hora de actuación. Sus fans les acusan ahora de falta de ética.

Otra nota distintiva del clan, la da Muammar al-Gadafi protegido, permanentemente, por una atractiva guardia amazónica de 300 mujeres que se encargan de su seguridad.

El clan es implacable contra cualquiera que se muestre contrario a sus peticiones. La negativa de Mohammad Bin Lamin’s a esculpir a Gadafi, le supuso a él y a su hermano, El-Habid Elamin, ser detenidos el 16 de febrero de 2011, y trasladados al centro de seguridad Alsheh, sin que el régimen lo reconozca y sin que aparezcan en ninguna cárcel lo que equivale a haber sido asesinado. Mohammad no era un abierto opositor al régimen, aunque utilizaba su obra como protesta contra la opresión. Su cuadro The Fire Lingo, aludía a la incineración del tunecino que desató la protesta en Túnez, y el Cairo Cards Series, sobre la marcha en la Plaza Tahrir, aparecieron en la página web de Mohammad. La familia entiende que es una forma de intimidación hacia ellos y el pueblo de Libia, ya que, en días posteriores, continuaron las detenciones de otros familiares. El mismo día de la detención de los hermanos, el gobierno de Gadafi ordenó el arresto de un gran número de artistas y de periodistas para evitar que desfilaran por las calles.

Muestra del esperpento fue la cumbre de la FAO en Roma, en noviembre de 2009. En esa ocasión, Gadafi organizó en su mansión diversas fiestas con presencia exclusiva de mujeres con el objetivo de convertirlas al Islam. La agencia de azafatas Hostessweb realizó el casting de mujeres de buena presencia, entre 18 y 35 años y con un mínimo de 1,70 metros de altura, que no llevaran minifaldas ni escotes pronunciados. Un ambiente diferente al de su amigo Berlusconi. Las charlas proselitistas reunieron a 600 cobayas humanas, y cada una percibió una media de 75 euros.


Velinas de Roma acuden a la fiesta de Gadafi del 17 de noviembre de 2009

Las velinas contratadas creían que asistirían a una fiesta VIP de corte formal. Ni un vaso de agua, sólo la arenga de Gadafi, para quien “el Islam no discrimina a la mujer” y “Jesucristo no fue crucificado, sino un hombre que se le parecía mucho”. Como colofón, les regalo un ejemplar del Corán y de su Libro Verde. En éste último, escrito en 1975, presenta a hombres y mujeres iguales en cuanto a derechos humanos, aunque las mujeres son frágiles y los hombres agresivos en virtud de su naturaleza. Concibe la mujer como una hembra que menstrua y cuya finalidad es tener hijos. El trabajo para ella es algo secundario y es “cruel” obligarle a trabajar. Las que rechacen el embarazo, la maternidad o la feminidad por cuestiones de salud, trabajo o decisión propia, lo hacen bajo circunstancias innaturales que llevan a abandonar su rol en la vida: la maternidad. Describe a la mujer como delicada, bonita, que fácilmente llora y siente miedo. ¿Qué influencia pudo tener su discurso proselitista entre las velinas? ¿Buscaba la expansión del Islam a través de nuevos hijos de madres conversas?

El régimen libio está férreamente dominado por este clan, que ha intentado que los periodistas extranjeros tengan el mínimo contacto con la población de la capital y así 130 corresponsales permanecen retenidos en el hotel Rixos. En estos momentos turbulentos emitir una opinión, puede comportar detenciones, desapariciones, ejecuciones sumarias.

La Libia en lucha

Ni antes ni después de la explosión ciudadana del Día de la Ira ha habido un resquicio para el diálogo. A la rebelión de sectores populares, Gadafi ha respondido con la represión pura y dura y una estrategia de guerra. Los rebeldes se veían con posibilidades de una victoria militar en cuestión de días. Tras unos días de impasse, blindado en Trípoli ante las jornadas de protesta en la calle después de la tradicional oración del viernes, el contraataque de Gadafi intenta recuperar el control de las zonas petrolíferas, aislar Bengasi.

Con una superficie de 1.759.540 km2, limita con el mar Mediterráneo al norte, al oeste con Túnez y Argelia, al suroeste con Níger, al sur con Chad, al sureste con Sudán y al este con Egipto. Trípoli es la capital y la ciudad más poblada. Libia tenía la más alta esperanza de vida de África continental con 74 años. También su PIB per cápita es el más alto, y el PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo ocupa el segundo lugar. También encabeza el índice de desarrollo humano de África. Es miembro de la Unión Africana, de la ONU y la OPEP. La Unión Africana se formó oficialmente en marzo de 2001, durante una ceremonia llevada a cabo en la ciudad libia de Sirte.

A lo largo de su historia, la franja costera de Libia fue visitada por griegos y fenicios, romanos y los vándalos de Genserico, el Imperio bizantino, los árabes y el Imperio otomano. El idioma oficial es el árabe, aunque también se habla el bereber y el italiano (de facto), es ampliamente comprendido en todo el territorio nacional. Italia invadió Libia estaba controlada por jefes beduinos y por su escaso valor económico y estratégico no estaba sometida a potencias europeas. Italia para crear su imperio colonial se fijó en este territorio por su cercanía geográfica y lo invadió en 1912 y permaneció en él hasta el 24 de diciembre de 1951, en que Libia recuperó la independencia, tras presenciar la lucha entre el Afrika Korps de Rommel y las tropas de Montgomery. La ONU decidió dar la independencia al país dejándolo en manos del rey Idris, que permaneció hasta el 1969, en que fue derrocado por un golpe de estado militar con intervención de Gadafi.

En estos momentos, dos bandos desiguales se enfrentan militarmente. En un bando, miles de mercenarios subsaharianos, que normalmente sólo hablan francés, y los zimbabuenses facilitados por Mugabe. La parte de las fuerzas armadas fieles al régimen bombardea selectivamente objetivos militares rebeldes, como bases y arsenales de munición y la industria petrolera en sus manos, y bombardea indiscriminadamente la población civil. En el bando contrario, un sector rebelde al que se ha unido grupos de militares que han creado un gobierno alternativo y llegaron a controlar amplias zona del este de Libia. Con los rebeldes participan voluntarios palestinos y libios de doble nacionalidad. Los rebeldes identifican fácilmente a los mercenarios de Gadafi, por su piel y por su lengua. Los rebeldes han internacionalizado sus apoyos, y éstos llaman a la movilización colectiva por la libertad y los derechos humanos, exhortan a las embajadas libias a recibir las denuncias y a que den una respuesta de parte de su gobierno, exigen Habeas Corpus para todos los detenidos, solicitan una explicación por los asesinados y la devolución de los cuerpos a sus familiares, aconsejan llevar las demandas a instancias internacionales como Amnistía Internacional y la FITH (Federación Internacional de Defensa de los Derechos Humanos). La Coalición Internacional contra los Criminales de Guerra contabiliza muertos, heridos y desaparecidos.

La aviación y el avance terrestre de Gadafi reducen la moral de unos insurgentes, cuya debilidad aumenta a diario, al no disponer de equipamientos y con una dudosa organización que hace notoria la falta de suministro en las ciudades sublevadas. La insurgencia que tiene el gran problema de mantener el orden y la disciplina en sus filas, añade ahora la cuestión de los niños soldados, adolescentes que se les unen en el combate. Los rebeldes piden ayuda militar a las potencias. EEUU, Reino Unido y el pelota reconvertido de Obama, Rodríguez Zapatero, presionan a la ONU para entregue un mandato a la OTAN para intervenir militarmente en Libia. Obama habla de represión inaceptable y de intervenir para frenar la matanza de civiles. EEUU ha puesto en estado de alerta a su flota en el Mediterráneo con 8.000 soldados y ha impuesto sanciones unilaterales contre el régimen libio. EEUU se juega mucho con el petróleo de Libia, pero no dijo nada ante la represión marroquí. ¿Será que la represión marroquí contra los saharauis es aceptable? La Corte Penal Internacional prepara la orden de arresto contra Gadafi y acusarle de crímenes de guerra. La OTAN busca la coordinación con la UE, la Liga Árabe y la Unión Africana. Alemania y Turquía se oponen a la operación, sobre todo después de la fallida intervención de comandos de las SAS británicas. “Asesores” norteamericanos ya colaboran con los rebeldes. Rusia y China se oponen a una intervención internacional en Libia.

Gadafi equipara su represión con la lucha de Israel contra el terrorismo en Gaza. Afirmó que “Libia es un factor clave en la seguridad regional y mundial al servir de contención tanto a la red terrorista Al Qaeda como a la inmigración subsahariana”. Declaró que se muestra dispuesto a recibir una comisión de países y a la ONU para que vea "la verdad de lo que ocurre" antes de condenar al Gobierno de Libia, para que comprueben que la rebelión está orquestada por Al-Qaeda. Añadió que el mundo tiene una visión distorsionada del conflicto por la cobertura de la prensa del colonialismo, que tergiversan las protestas y soslayan el apoyo de los libios hacia su régimen. Lo que necesita Libia es librarse de esos grupos armados.

La guerra mediática de los rebeldes

Ante la desigualdad de fuerzas contendientes, el insurgente Consejo Nacional de Transición pidió a la ONU una zona de exclusión aérea para neutralizar los cazas y sus ataques aéreos contra las bases de militares rebeldes. El Consejo habla ya de “Occidente” y solicita ya “ataques aéreos contra las bases de mercenarios de Gadafi. Francia apoya al Consejo e Italia anuncia contactos discretos. El Consejo ha mantenido contactos con miembros del Departamento de Estado de los Estados Unidos en El Cairo y Roma.

El Consejo Nacional de Transición, cuya figura visible es Mustafá Abdeljalid, el ex titular de Justicia del régimen que se perfila como líder de la nueva Libia, se planteó desde su constitución ganar la batalla de los medios. Han enseñado las cárceles de Gadafi en las ciudades conquistadas y dejan circular a la prensa internacional. El influyente diario Sharq al Aswat, editado en Londres, habla de las condiciones de Gadafi para su rendición y abandono de Libia. El Consejo Nacional Libio dedica recursos a la batalla de los medios: fabrica a diario cientos de imágenes para que sean remitidas al mundo entero. Siguen el ejemplo de Pallywood, el área de grabación que los palestinos disponen para recrear ficticios ataques de Israel. Miles de estos montajes audiovisuales inundan Internet y llegan a confundir hasta tal punto a los medios de comunicación, que podríamos definir como serios, que acaban por emitir esas imágenes y videos trucados. Han creado sus propios escenarios bélicos donde se producen supuestos ataques del enemigo, donde actores y figurantes, atrezzos, decoración y guiones televisivos intentan crear el clímax favorable a su causa.

Como en las imágenes de la guerra de Irak, de Afganistán, del conflicto palestino-israelí, en la guerra civil de Libia abundan ya los montajes, y, nuevamente, los medios de comunicación caen en el engaño, cuando no lo fabrican. Veamos la fotografía publicada por casi todos los medios de comunicación europeos, distribuida por la agencia Reuters.


La fotografía habla de la resistencia de los insurgentes contra la aviación de Gadafi. Se sitúa en Ras Lanuf y nos muestra como un insurgente dispara a un avión. A éste se le podría considerar como el actor principal y en el encuadre aparecen siete figurantes, tres coches distribuidos en la escena. Una ametralladora montada en una camioneta que no es servida por nadie y que se encuentra orientada en otra dirección a donde se supone que llegan los aviones enemigos. Un figurante sirve la ametralladora del actor principal, que dirige su vista hacia la cámara que lo graba y sostiene con un pie el trípode de la ametralladora, en una posición que ni Rambo sería capaz de mantener. Por la bocacha de la ametralladora no sale ningún destello. Otros actores miran al cielo como si aparecieran aviones encima de ellos mismos. En el encuadre ni una mota de polvo, cuando un ataque aéreo produce grandes polvaredas. Un auténtico posado.


El País describía así esta fotografía: “Un par de sublevados dispara contra un avión de las fuerzas de Gadafi a la entrada de un pozo petrolífero en Ras Lanuf.”. Como se ve en la imagen, al menos uno de ellos no tiene intención alguna de disparar y el otro, sentado en una silla giratoria de oficina, enfoca el arma hacia un supuesto objetivo, sin imaginar que el arma suele tener un retroceso cuando se dispara. Otro auténtico posado.

El Caballo de Troya de un materialista especulador en España

El Libro Verde presenta una manera peculiar de socialismo en el Tercer Mundo, e inspira causas que actuaran de Caballo de Troya para Europa. El autócrata libio aseguraba que “el Islam debe ser la religión de toda Europa”. Una relación libio-andalusí al servicio de su idea de conseguir la reconquista del Sur de Europa, sin armas ni violencia, sino con la mera penetración de centenas de miles de musulmanes. Impulsa la idea de un pasado musulmán andalusí como seña identitaria del nacionalismo andaluz, nostálgico del vestigio del esplendor Omeya. Promueve una estrategia panárabe, que se ha de sustentar en Andalucía por nacionalismos ingenuos y por el idealismo de colectivos agrarios.

Gadafi apoyó al nacionalismo andaluz de Rojas Marcos. Cuando, en 1978, un turista sevillano reconoció en el aeropuerto de Trípoli a Alejandro Rojas Marcos, se hicieron cábalas sobre su relación con la revolución libia, sobre la financiación del PSA. El PSA le disputaba al PSOE el terreno de la izquierda añadiéndole la marca nacionalista, lo que le permitió conseguir grupo parlamentario. El líder del PSA reconoció que “Gadafi me ha confirmado personalmente que apoya nuestra alternativa auténticamente socialista, como Mitterrand nos apoya y nosotros apoyamos su proyecto de Unión de la izquierda”.

El líder libio extendió, también, su túnica para acoger al Sindicato de Obreros del Campo, SOC, y a sus dirigentes como el cura Diamantino, Francisco Casero, Diego Cañamero o Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda y hoy diputado de IU en el Parlamento andaluz. Descubierto en Trípoli en los aledaños del Palacio de Gadafi, Francisco Casero justificó su presencia asegurando que asesoraba en el cuidado de los jardines públicos. Casero que mantuvo una sonada huelga de hambre, es en la actualidad presidente del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica. Hace tres años, en una frustrada visita de Gadafi a Sevilla, los líderes del SOC estaban entre las escasas “autoridades” citadas en su agenda protocolaria y se quedaron sin visitar la Jaima y sin escuchar las últimas revelaciones del sátrapa libio. En el bloqueo a Libia, por su apoyo al terrorismo de los ochenta, el SOC fue el único colectivo social que defendió a Gadafi.


Finca de Gadafi en la Costa del Sol

Pero, bajo la capa de barniz espiritual, Muammar al-Gadafi se ha paseado por Al Andalus para adquirir sus tesoros en la Costa del Sol. El líder libio, que apoyaba las ocupaciones de fincas por parte del SOC, no se recató en obtener, a través del Lybian Arab Foreign Bank, 7.000 hectáreas ubicadas en la finca La Resinera, que fue troceada a tal efecto por la Junta de Andalucía. La finca tiene una superficie de 65 km2, que supera en tamaño a las poblaciones de Torremolinos, Benalmádena o Fuengirola, y que extiende por las localidades de Benahavis, Estepona, Pujerra y Júzcar. El objetivo de Gadafi era construir 2.500 viviendas, un campo de golf y un Hotel, pero el Plan de Ordenación Territorial de Andalucía (POTA) y el plan general de Benahavís sólo permitían construir 500 viviendas. Eso es lo que podría realizar una empresa que no estuviera relacionada con Gadafi, ya que sus activos han sido bloqueados por decisión del Gobierno español, que también ha revocado las licencias de exportación de armas a Libia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario